17 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El objetivo del totalitarismo: destruir el patrimonio cultural

Darío Ruiz Gómez 

En  declaraciones  a “El Colombiano” el Ministro de Cultura  Juan David  Correa – quien aún encabeza sus misivas  con:  “A todos, todas y todes”- ha expuesto  lo que para él y la radical organización política en la cual milita,  supone  el concepto de Patrimonio  urbano  en referencia a Medellín  cuando confiesa que ya se ha puesto de acuerdo con nuestras autoridades municipales  para  poner en práctica este concepto: “ A raíz del estallido social unos jóvenes se tomaron el Parque de los Deseos y en medio de las protestas crearon una biblioteca popular para leer y estudiar mientras protestaban. Cuando el Esmad los sacó  lo único que quedó  en pié de los enfrentamientos, después de las peleas y tiros fue la biblioteca. Es decir no  es otra cosa que una mesa de libros. Es un espacio que sus líderes reivindicarán”  Una buena iniciativa manipulada con fines políticos.  ¿Acaso no vimos con nuestros propios ojos esas jornadas de  macabra irracionalidad   a manos de jaurías  de  desenfrenados  terroristas que con la aquiescencia de la Alcaldía  establecieron  un campamentos  donde  se refugiaron y tal como vimos  a grupos de niños pobres les daban con bates y palos de escoba lecciones para atentar contra la vida de los policías  mientras en ese “territorio libre” se impedía la libre circulación de los vecinos?  No recordamos al adolescente que al resbalar  sobre la calle murió cuando las papa bombas que llevaba sobre el vientre le estallaron? ¿A la talentosa bailarina y actriz adolescente que murió preparando un explosivo?  Buses agredidos, el transporte bloqueado.  ¿Cuál estallido social entonces? ¿ La persecución contra el pensamiento plural   que se niega a ponerse al servicio del totalitarismo  proviene de   la llamada izquierdólica  identitaria, igualitaria,  de Correa el cual repite sin imaginación alguna esta frase de cajón:” La cultura no puede ser sometida a la lógica de un sistema tan voraz como el capitalismo y el neoliberalismo porque  desaparece”   Y entonces regresa Correa a la tonterías de  Irene Montero  la exMinistra española del pernicioso “Sí es Sí” que ha permitido que  decenas  de violadores  salgan de las cárceles: “buscando sensibilidades LGBTIG, indígenas, afro, raizales, del pueblo Rom”  Precisamente  bajo el enfoque  maniqueo que hoy se ha desacreditado  por  presentarse no como una opción proyectada  desde las mismas comunidades  sino como una imposición totalitaria. Que el reconocimiento  de la cultura de Medellín, de sus espacios simbólicos  deba partir de relatos inventados como éste  es una estrategia propia del hoy desacreditado movimiento  woke”, borrar la historia por “burguesa”, borrar  lo que cada día construye una poderosa y sobre todo plural  cultura urbana como la de Medellín donde el inmenso trabajo de los grupos independientes es abrumador.   La verdadera tarea de la Alcaldía  consiste  en la integración de este espacio ofendido  – y que estuvo  sometido  por el terror, que, creó fronteras invisibles –  a las vías que permitan el flujo natural de sus habitantes.  Aquí el único culpable  es el Esmad pero ¿Quíenes dispararon, intentaron quemar vivos a los policías que hicieron respetar a la ciudadanía agredida,  defendiendo  este espacio de cultura universitaria, científica?

Este wokismo trasnochado y por eso terriblemente dañino se había  dado en el intento de arrasar “la herencia española” en Popayán bajo el “estallido social” de los tres grupos guerrilleros y la violencia de algunos grupos indígenas, se había dado en las quemas  sucesivas de la biblioteca de la UIS,etc.  Antes de salir  a las carreras el populista  Narváez  le impuso  a Medellín un Plan de Cultura a diez años nada menos;  supongo que lleno de estos “rescates” de estas “bibliotecas” de estos descabezamientos. Que nuestras entidades todas se pronuncien al respecto.