La magia de la amistad está dentro de nosotros, y sabios son los que se percatan que la amistad se cultiva, se abona… se asolea y se protege… una vez se crece y es fuerte pueden pasar años de silencio, océanos de distancia, y con un simple encuentro se aviva, como si no hubiese pasado ni un día de ausencia.
Nosotros envejecemos, pero a la amistad no le pasa el tiempo.
Todos los estudios respecto al buen vivir resaltan la importancia de competir con amigos, yo no sé si cura los males del cuerpo, lo que si tengo certeza es que es lo mejor para el alma.
Recordar cualquier etapa de la vida, con amigos, reír, dialogar, y compartir sus alegrías y tristezas, es sin duda siempre la mejor terapia y una sensación sublime de espíritu.
El abrazo fraternal de un amigo es únicamente comparable al abrazo de los hijos o de los nietos. ¿Tienes amigos? Da gracias a la vida por haberte dado la fortuna de contar con amigos como los que tienes con sus virtudes y defectos, con encuentros y desencuentros, con silencios y palabras… sentir lo que siento cuando estoy o sé de ellos, es un componente esencial de la sal de mi existencia.
Siempre he pensado que nuestro paso por esta vida se aligera porque existe el sentimiento de la amistad.
Fuente internet.
REFLEXIONES
No importa que tan buena persona seas, todos somos malos en la historia de alguien.
Así como hay personas tóxicas, también hay personas medicinales, apenas llegan ayudan a sanar tu corazón.
Los mejores momentos no tienen fotos, porque se trata de disfrutar el momento, no de aparentar felicidad en las redes.
Cualquier persona que te motive a ser mejor, es una persona que merece estar en tu vida.
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