17 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El desatinado

Carlos Alberto Ospina

Por Carlos Alberto Ospina M. 

La nueva cortina de humo brotó al lado de la sotana del Papa Francisco y de la voz opaca de Petro que, una vez más, lanza ideas a topa tolondra sin posibilidad de ejecución. Proponer la realización de una ronda de la Mesa de Diálogos con el ELN en el Vaticano mancha la tela blanca de algodón del Sumo Pontífice y de plano, pisotea el sistema judicial de la Unión Europea que salvaguarda la democracia y vela al pie de la letra por el derecho de perseguir a los terroristas de esa calaña.

En reiteradas ocasiones, el Vicario de Cristo, ha demandado la liberación de los secuestrados a semejanza de gesto de paz y la respuesta de los elenos ha sido la ampliación de las extorsiones, el desplazamiento de distintas poblaciones incomprendidas, el asesinato de líderes sociales, el bloqueo de vías, el reclutamiento de menores de edad, la destrucción de los recursos naturales y el narcotráfico; entre otros delitos.  La propuesta del exguerrillero, hoy presidente de Colombia, tiene más de retórica efectista y de artificio de ocultación de las fechorías que, de eventual interés, con la gestión de la iglesia católica.

A cinco años del asesinato de 22 cadetes de la Policía en la Escuela General Santander tras un carro bomba detonado el 17 de enero de 2019 por el ELN, el planteamiento de Gustavo Petro se constituye en otro ataque terrorista contra el sufrimiento de los familiares, la no reparación de las víctimas, la impunidad y en especial, ratifica la descarada protección que se ofrece a la cúpula del denominado Ejército de Liberación Nacional.

En el fondo, ¡ojalá!, se facilite la mencionada deliberación en el Roma para que la Interpol ponga a buen recaudo a estos promotores de crímenes de lesa humanidad; dado que el actual gobierno los trata con guantes de seda y se hace el de la visa gorda acerca del permanente accionar punible sin exigir la liberación de los encadenados ni el respeto al DIH. Más bien les concede el remoquete de ‘gestores de paz’ y ‘hombres de buena fe’ en presencia de 742 bloqueos y 41 represalias en las carreteras del país durante 2023.

Los petristas pasan de largo ante todas las cosas relacionados con la detención de operarios, el hurto de vehículos, la quema de ingenios azucareros, la destrucción de bienes de consumo básico; la violación de niños y adolescentes; y el aumento del 20% de las extorsiones y el secuestro, este último dato, según la Defensoría del Pueblo.

Sí que es negra la posición impúdica de los pregoneros de un fingido ‘cambio’ que no son capaces de sacar a la población civil del conflicto armado. Todo cabe en la mente de innegables progres, desde llamar ‘recuperación’ al robo de la espada de Bolívar hasta pretender posicionar la narrativa de la absolución sacramental o el relato inverosímil de solo un autor de la historia de la violencia. Ellos son obsesivos – compulsivos por el desorden, el desconocimiento de la independencia de los poderes públicos, los improperios, los beneficios materiales, las comilonas, las ostentaciones, la mínima austeridad, la vida regalada, el espíritu de contradicción y la mentira maquiavélica.

El desatino de Petro es su esencial y su engañoso modus operandi. Por eso, algunos esperan en vano una conducta diferente de este sujeto que da lo que es.