2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El correo electrónico: instrumento fundamental para la sana convivencia y ágil comunicación humana

Por Enrique E. Batista J., Ph. D. 

https://paideianueva.blogspot.com/

El 9 de octubre es el Día Mundial del Correo, fecha en la que, en 1874, se creó la Unión Postal Universal. El 29 del mismo mes se recuerda que hace medio siglo, en 1971, se envió el primer correo electrónico. 

Sin comunicación no es posible la existencia de ninguna especie viva. Se comunican las aves, los peces. Se comunican las ballenas, lo hace el elefante, también las hormigas y el turpial que amoroso y melodioso llama a su potencial pareja. Otras especies lo hacen con feromonas o con el color de su piel. En fin, encontramos en la naturaleza la existencia eterna de la comunicación.  

La comunicación entre humanos tiene la misma suprema intención: expresar con claridad afectos y acercamientos amistosos; otras veces, de prevención o rechazo.  La comunicación ha sido esencial para el surgimiento de distintos tipos de sociedades y, a la vez, para dar curso al surgimiento de diversas culturas.  Diversidad que se origina, como uno de sus elementos determinantes, en la naturaleza de la comunicación que se expresa en el lenguaje particular que cada una de ellas crea y que, como consecuencia, instituye una impronta, una identidad particular, con los modos y características especiales basadas el lenguaje único que construyen. El lenguaje es la base de la cultura y herramienta fundamental para la socialización cotidiana mediante intencionados intercambios comunicativos. 

En el proceso evolutivo de la especie humana se creó una forma particular de comunicación, la que del lenguaje oral pasó al escrito. Escritura que, como habilidad humana, potenció procesos de aculturación y transculturación. Sin el lenguaje escrito, no existiría hoy la producción literaria, científica y tecnológica, todos los cuales son resultados de una forma de intención comunicativa clara que tiene como fundamento asegurar el bienestar y la supervivencia de la especie humana. 

En ese contexto, se reconoce que la existencia de otras culturas estimuló la necesidad de comunicaciones rápidas, expeditas, a veces como intercambio comercial y otras como dominación cruenta. Algunas formas de esos intercambios se iniciaron con el correo. El voquible «correo»  se deriva del latín «curriere», con el significado de  correr, avanzar de prisa. Entre los romanos antiguos los mensajeros a caballo descansaban en albergues llamados «postatios», de donde surgió el término «postal».  (https://rb.gy/dfvpk7). 

En diversas formas y medios el correo ha estado presente desde las civilizaciones más antiguas: En China, el antiguo Egipto, entre sumerios y griegos, con emisarios o mensajeros a pie, luego a caballo con el que se pudieron cubrir más distancia y acortar tiempos para hacer llegar los mensajes, y más rápido con los vehículos terrestres, marítimos o aéreos. Pero, también han estado los mensajeros de la divinidad. Entre los antiguos griegos, el dios Hermes (Mercurio, entre los romanos) era el mensajero de los dioses en el Olimpo y de los viajeros; el Arcángel Gabriel fue mensajero de noticia divina. Entre las tribus de México existió el «paynan», entre los Incas los «chasqui», en la China los «ching pao», los «estafetas» en Italia. También caben, en el ligero recuento, los mensajes con señales de humo de algunas tribus nativas, los rapsodas, juglares (que con sus cantos comunicaron y preservaron, por la vía de la oralidad, narraciones de altísimo valor cultural). A estos se suman las palomas mensajeras (con misivas escritas por humanos), y hasta los chismosos, no siempre bienvenidos con sus mensajes, ciertos o no. La vieja ocupación  del cartero, surgió en el siglo XVIII. La radio, la televisión, Internet y las redes sociales, instauraron formas de comunicación hoy en tiempo real. 

El 29 de octubre de 1971, el programador de computadores e ingeniero de una empresa de alta tecnología, Raymond Tomlinson, creó el correo electrónico que conocemos hoy al poder intercambiar información entre maquinas conectadas a una misma red. Dos años antes, en 1969, se había creado ARPANET una red militar, que después dio nacimiento a Internet. Tomlinson creó las direcciones de correo electrónico con el símbolo @, el cual separa al suscriptor de la red del proveedor del servicio. Él mismo, fallecido en 2016, no recordaba el texto exacto del primer mensaje; tal vez algo así como «qwertyuiop», las diez letras en la fila superior de un teclado estándar. No pretendió crear el correo electrónico, sólo estaba ensayando para ver si su software funcionaba, y funcionó. Como las dos máquinas estaban juntas, pudo de inmediato observar su sorprendente éxito, sin saber que transformaría el curso de la comunicación humana, alteraciones sustanciales en las culturas, en los negocios y en amplia variedad de las relaciones entre los humanos. No parece posible hoy prescindir del mismo. Cambió el modo de comunicar y de vivir en todo el planeta. (https://rb.gy/lg68ozhttps://concepto.de/correo-electronico/). 

Hoy existen más de 4000 millones de cuentas de correo electrónico y más de 2630 millones de mensajes se envían cada día (https://rb.gy/xc6pr4) . En el buzón de entrada, los suscriptores tienen en promedio 200 mensajes, el 93 % de las empresas lo usan para mercadear sus productos, el 99% de las personas acceden a su cuenta por lo menos una vez al día, mientras que el 50% de los mensajes son «spam», o correo basura (lo que es basura para uno es riqueza para quien lo envía).  El trabajador de oficina recibe en promedio 120 mensajes diarios. En 2023, se enviarán 347.300 millones de ellos. (https://rb.gy/abnups). 

Desde el hogar y las instituciones educativas es preciso formar para que se entienda que el correo electrónico es una forma de comunicación entre seres humanos y que hay reglas de orden, decencia y buen comportamiento que deben cumplirse. Es un medio de comunicación civilizada, de armonía y de buena urbanidad. Una enumeración apretada de normas y sugerencias se detallan a continuación, las cuales son válidas también para todos los adultos. 

El correo es para informar y acercar a las personas, comunicar afecto y solidaridad; verificar la dirección antes de enviar; escribir siempre el asunto, claro y preciso; enviar mensajes cortos; indicar a qué se refieren los anexos, estos y el contenido deben ser de importancia para el receptor. No enviar basura, ni invitaciones a cadenas; no reenviar información sobre supuestos hechos, atribuibles a organizaciones o personas sin verificarlos antes. Recordar que en todo envío se puede rastrear su origen y que amenazas y difamaciones pueden acarrear sanciones penales. Dejar saber si está expresando una opinión y no un hecho, ya que el recipiente puede tener una percepción distinta de hechos, conceptos o teorías; rehuir confrontaciones ideológicas o en materia de fe, se pueden dañar muchas buenas amistades; recordar que otras personas tienen valores culturales diferentes,  

Evite enviar mensajes en momentos de perturbación emocional, el otro, como usted, no es recipiente de amarguras o frustraciones; usar lenguaje claro con cuidado de la ortografía y gramática. Al usar emoticones asegúrese que comunican el sentimiento que usted desea; respetar la información personal de las demás personas; no reenviar un contenido personal o privado sin autorización de la otra persona, así mismo cuide sus datos personales y contraseñas; no abrir mensajes de fuentes desconocidas so riesgo de que roben su información, sus valores o su identidad en la Red. Recordar que la idea de seguridad es clave para hacer uso productivo de la comunicación electrónica; evitar el acoso en cualquiera de sus diversas formas. Cuidar el uso en redes WiFi públicas por la posibilidad de ser interceptado; no compartir sus claves y recordar que la información que se anexa, incluidas las fotografías y videos personales que se envían ya no quedan bajo su control, puede ser compartida o reenviada a miles, por muchos años. (https://rb.gy/hwoymx).