4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Educación para formar ciudadanos globales, éticos y solidarios

Por Enrique E. Batista J., Ph. D.

https://paideianueva.blogspot.com/

Es de frecuente reiteración la necesidad de mejorar la formación de los estudiantes en las tecnologías asociadas a la formación ciudadana y a la vida democrática, con el fin de construir sociedades pacíficas, impulsar la competitividad del país y, con ello, una formación escolar para un futuro, personal y socialmente productivo que habilite a la vez alcanzar trabajos estables y dignos. De ese modo, es preciso, frente a la necesidad de innovaciones educativas y de trasformación de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, asegurar la pertinencia y vigencia de la formación escolar. Por ello, es la reiteración para avanzar hacia lo que se ha denominado una educación 4.0. 

Reclaman los maestros recursos, condiciones laborales y reconocimiento social y gubernamental para poder liderar proyectos que los saquen de una educación 1.0. El problema de fondo (la formación con alta calidad y pertinencia desde preescolar hasta la universidad) es suficientemente visible, pero no ha adquirido suficiente visibilidad. (https://goo.gl/G6eSDN).  Sin atender las necesidades educativas y déficits acumulados en los niveles previos K- 11 (de preescolar a grado 11), la educación no alcanzará los niveles deseados para la vida en el mundo actual. 

El fenómeno social, cultural y económico denominado “globalización» ha sido impulsado y renovado por las tecnologías digitales.  La formación escolar y ciudadana ante la globalización es un componente esencial de un modelo educativo para el siglo XXI. Se sabe que para alcanzar una formación escolar inclusiva y de calidad para todos se requieren estrategias de aprendizaje activas que lleven significación al cerebro y el afecto de los alumnos. 

Así, caben estas seis acciones que se entrelazan: 

1. El aprendizaje debe ser situado, personalizado, genuino y adaptativo realizado en ambientes y comunidades colaborativas de aprendizaje (en hubs de aprendizaje, han propuesto algunos).  

2. Es un aprender para comprender y transformar. Comprensión sólida de una variedad de realidades y contextos, con una formación cívica y ética que, por la vía de la solidaridad, construya relaciones armónicas entre naciones y culturas. 

3. Se trata de una formación que habilite a los estudiantes como ciudadanos en espacios de interacción globalizados. 

4. Ser un ciudadano global y también un ciberciudadano con capacidad crítica para innovar, preguntar, transformar, comunicar y solidarizarse. 

5. Desarrollar comprensiones sólidas del significado social, cultural, ético, económico y laboral de la abundante variedad de desarrollos científicos y tecnológicos. Comprensiones que llevarán a conocimientos de las implicaciones para la vida colectiva, la personal y sobre la naturaleza del futuro laboral que ellos crean, incluidas las múltiples disrupciones, entre ellas las educativas, culturales y sociales. 

6. En consecuencia, comprender las múltiples manifestaciones económicas, culturales, éticas, laborales, políticas y conflictos armados que se expresan a diario en el mundo. 

La globalización, en alguna de sus formas, ha existido desde tiempos antiguos. Tal vez empezó con la primigenia extensión de la raza humana desde África hacia Europa y Asia, globalización que siguió con las rutas marítimas y la ruta de la seda, promoviendo intercambios culturales y negocios entre Asia y Europa, extensión que las últimas globalizaciones, con su variedad amplia de desarrollos tecnológicos, han encogido el mundo. Tratadistas del fenómeno de la globalización, como Thomas Friedman, señalan que se han dado tres de ellas (https://goo.gl/REg2sf), cada una de menor duración, pero con efectos vastísimos de las más diversas índoles, sobre la vida de todas las especies vivientes en el planeta: 

1. La primera se dio con la llegada de Colón al Nuevo Mundo y duró hasta comienzos de los 1800. («Globalización de países»). 

2. La segunda empezó en los 1800 hasta el 2000.  («Globalización de compañías multinacionales y comienzo de los avances en tecnologías informáticas»). 

3. La tercera va desde el 2000 hasta el presente. («Globalización de los individuos que colaboran y compiten globalmente»). En esta, como en las otras dos, se han creado nuevas oportunidades y también nuevos problemas y conflictos. 

Se ha caracterizado la denominada «globalización hegemónica», la cual ha estado regida por organizaciones multi y trasnacionales, cuyos intereses se han centrado en favorecer el capitalismo neoliberal con acciones como la reducción del Estado, privatización, apoyo a las empresas y capitales privados, comercio global libre, legislación laboral flexible, mengua de los sistemas de seguridad social y otros. (https://goo.gl/RBcmuC).  

La globalización liderada por corporaciones multinacionales ha sido ajena a la justicia social, al medio ambiente sano, al cuidado de los recursos naturales no renovables y a la biodiversidad; a lo cual se agrega el descuido u omisión deliberada de condiciones laborales estables y dignas para los trabajadores. 

Se ha dicho que la inserción de la globalización 4.0 deberá tener una intención clara para superar las desigualdades e inseguridades y obligar a los gobiernos a construir un sistema económico sustentable en donde las ventajas de las tecnologías emergentes afecten de manera positiva a todos. (https://goo.gl/MVzdQ4). 

En cualesquiera de sus formas la globalización está aquí y hay que conocerla y darle rumbo centrado en el progreso colectivo y en la salud del planeta. Debe ser un asunto de preocupación de todos, mas no sólo de consideraciones académicas de algunos, de ensayos, caracterizándola de muy diversas maneras o de la observación pasiva o educada de los que se diga o se predique en uno que otro foro mundial. 

En cuanto a la formación escolar plasmada en los proyectos educativos para una educación del siglo XXI, es claro que el servicio educativo y la formas de comprender el mundo no pueden permanecer inmunes o distantes de los efectos que tiene y tendrá la concepción y evolución de las distintas globalizaciones. 

Internet es una sociedad libertaria, como tal puede apoyar una meta social de amplia valía asociada a la consolidación del Estado Social de Derecho y, con ello, la profundización de la democracia. Formar un ciudadano social e individualmente productivo, solidario, respetuoso de las leyes y capaz de vivir en convivencia pacífica, es una de las metas frente a la cual concurren distintas vertientes pedagógicas. Con Internet, como superred libertaria, con un mundo que anhela la «globalización de la solidaridad» (como bien lo señaló su Santidad Juan Pablo II) y   con la meta de consolidar Estados y gobiernos democráticos, el ciberespacio muestra un camino que precisa ser valorado y contextualizado mejor para potenciar interacciones pedagógicas y sociales que motiven más a los alumnos, los formen ética ciudadana y que puedan ser ciudadanos globales y solidarios.