
@JuanManSantos
- Desde entonces, la fortuna de las Farc se ha desvanecido, tanto en el campo de batalla como en el banco», advierte la investigación titulada «Unfunny money» o «Dinero sin gracia».
La pregunta de Ingrid Betancourt vuelve a poner sobre el tapete un interrogante que los excabecillas de las Farc, ahora flamantes congresistas de la República, no les han respondido a los colombianos.
Las finanzas de las FARC, actualmente desmovilizadas, se han establecido históricamente sobre tres pilares: el narcotráfico, el secuestro y la extorsión.
Según InSight Crime, aunque las FARC siempre negaron su participación directa en el tráfico de drogas, ésta fue la base económica de su revolución. El crecimiento de las FARC y el aumento de los cultivos de coca en Colombia durante la década de los noventa y en la primera década del nuevo siglo siguieron trayectorias visiblemente paralelas.
El comercio de la cocaína, en el cual las FARC llegaron a ser tal vez los actores más importantes en el mundo, es el que proporcionaba el mayor botín criminal para otros actores ilegales hoy en día.
Antes de desarmarse, las FARC ejercieron el control de cerca del 70 por ciento de los cultivos de coca, la materia prima de la cocaína.
Los exguerrilleros admiten que cobraban un impuesto sobre el cultivo de coca y la producción de base de coca, al cual llamaban «gramaje».
Estos impuestos le representaban a la guerrilla una ganancia neta de cerca de US$150 por kilo de base de coca.
Según las estimaciones conservadoras sobre la producción de cocaína hechas en 2015 por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD), Colombia produjo 646.000 kilogramos de cocaína cada año. (Un buen químico puede obtener un kilo de cocaína cristalizada a partir de un kilo de base de coca de buena calidad.)
Eso significa que, si las FARC controlaban el 70 por ciento de los cultivos, cobraban impuestos sobre 452.000 kilos de base de coca, lo cual, a US$150 de gramaje por kilo, representaba alrededor de US$67,9 millones al año.
Las FARC también cobraban impuestos por los cargamentos de droga que cruzaban por su territorio, por los laboratorios que protegían y por cada avión cargado de drogas que despegaba de sus zonas de influencia. Estas ganancias probablemente generaban al menos US$30 millones al año.
Si se suma el dinero obtenido del gramaje (US$67,9 millones), los ingresos de la producción de cocaína (US$169,5 millones) y los otros «impuestos» sobre el tráfico de drogas (US$30 millones), las FARC habrían estado ganando US$267 millones al año por el comercio de cocaína. Estos cálculos son estimados, pero InSight Crime consultó a diversos expertos en el tráfico de drogas, quienes creen que de hecho esta cifra es baja.
Con una fortuna cercana a los 32 billones de pesos (10.500 millones de dólares), la revista The Economist puso al descubierto la aparente situación financiera de las guerrillas de las Farc.
De ser cierta esta situación, los guerrilleros le estarían mintiendo al país, cuando hace poco Luciano Marín, alias Iván Márquez, le declaró a la BBC que no tenían dinero y que no era cierto que tenían depósitos de éste.
Según el informe del semanario británico, que menciona un estudio no publicado por los analistas del Gobierno, “parte del botín se estima en más de 10.500 millones de dólares para el 2012 cuando empezaba la fase exploratoria de los diálogos con el Gobierno. Y una buena parte de ese dinero debe estar escondido en países como Venezuela, Costa Rica, Ecuador y Panamá”.
De acuerdo con la publicación, resulta inaudito que durante la discusión del punto de víctimas el grupo guerrillero no haya puesto a disposición del Gobierno el dinero para que sea utilizado en el proceso de reparación. Y aún más reprochable que no se haya dejado constancia en el quinto punto (víctimas) de cuál será la contribución material que hará esa guerrilla.
Sostiene el análisis que “entre finales de 1990 y principios del 2000, las Farc tuvieron 18.000 combatientes y una caja de guerra llena de dinero en efectivo producto de la extracción de oro ilegal, la extorsión, el secuestro y el tráfico de drogas. Se estima que los ingresos anuales en este período fueron de 200 millones de dólares a más de 3.500 millones de dólares.
Nunca se le calculó la fortuna a las Farc por secuestros y extorsiones, y por tantos colombianos que pasaron por sus campos de concentración.
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