4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¡Dónde está el equilibrio entre crecimiento, el empleo y la inflación?

Javier Hoyos Arboleda

Por Javier Hoyos Arboleda

Para diciembre del 2021, el país contaba con 24.265.000 personas en el mercado de trabajo, de las cuales 21.594.000 tenían empleo y 2.671.000 estaban desempleadas. De estas últimas 1.186.000 eran hombres y 1.485.000 mujeres.  

Tomando como referencia el empleo de enero o febrero del 2020, estaríamos entre el 98% y 100% de los niveles prepandemia. Ahora bien, dada la estacionalidad en el empleo, si se argumenta que debe compararse con las cifras de diciembre de 2019, entonces estaríamos alrededor del 95%.  

El buen desempeño económico en el 2021 y los apoyos gubernamentales al empleo contribuyeron a la mejoría del mismo. La recuperación más importante del empleo, durante el año, se registró en el segundo y tercer trimestres del 2021. 

En diciembre el empleo creció en 185.000 personas, el 0.9%, pero se retiraron 450.000 personas del mercado laboral, o sea -1.9%, pasando de la actividad a la inactividad, todo lo cual contribuyó a una caída importante en la tasa de desempleo del 13.4 al 11%. 

El empleo en el último mes del año aumentó a mayor ritmo en los centros urbanos; en las personas con educación técnica, 6%; creció más  en los hombres que en las mujeres, 1.2% vs 0.4% respectivamente, y en las pequeñas empresas (hasta 10 trabajadores), 2.2% vs una caída del 1.3% en las empresas de más de 10 trabajadores. 

Por sectores económicos, la recuperación del empleo se dio principalmente en transporte y almacenamiento (181.000), construcción (150.000), actividades profesionales y científicas (137.000) y alojamiento y comidas (70.000). La mayor caída se registró en la industria (-172.000) y en la administración pública, salud y educación (-152.000).  

Se espera que esta última se recupere con la presencialidad en las clases. El mejor desempeño del empleo femenino se dio en actividades profesionales y científicas; en actividades artísticas y de entretenimiento; y en alojamiento y comida. 

Por posición ocupacional, el empleo aumentó en servicio doméstico, 10.6% ; en empleo particular, 3.6%; y en empleo cuenta propia, 3.1%. Cayó en ayudantes familiares no remunerados, empleo público y jornalero o peón. 

Nuevamente recibimos análisis y recomendaciones de otra importante Misión de Empleo de Colombia en la que nos enfatiza que el mercado laboral funciona mal, ya que se tiene una protección social deficiente, existen empleos precarios, castiga el crecimiento y la productividad, lo que impide una reducción importante en las tasas de desempleo; tampoco hay un sistema de información que conecte la demanda y la oferta de trabajo.  

Ojalá se estudie con cuidado las recomendaciones de ésta y otras misiones, y se actúe con decisión en beneficio de la generación de empleo en Colombia. 

Que es necesaria una reforma laboral integral, lo demuestra el sinnúmero de proyectos que a diario se tramitan en el Congreso, pero que muchos no apuntan al meollo del asunto, sino que por el contrario, crean nuevas rigideces a la contratación laboral, y muchos proponen mayores cargas al empleador (licencias varias sin relación con el trabajo) 

Preocupación especial amerita además el aceleramiento en las tasas de interés, pues claramente se está prefiriendo el control de la inflación sobre el crecimiento económico y el empleo. 

De todos es conocido que no sólo tenemos una mayor demanda sino también mayores costos como consecuencia de la mayor devaluación, de los procesos de indexación de bienes y servicios, y de las interrupciones o desarticulaciones de cadenas productivas a nivel mundial.  

De allí que debemos actuar con cuidado para lograr el justo equilibrio entre el crecimiento, el empleo y la inflación. (Vea el informe).