20 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 824 del maestro Gardeazábal: nos tocaron los malos

Gardeazabal

@eljodario

La historia del mundo no puede olvidar que hubo un momento del siglo anterior cuando coincidieron tres gobernantes generadores de la mortandad de muchos seres humanos, Hitler, Stalin y Mao.

El paso de los años, las aperturas de los archivos y las constataciones que la modernidad ha permitido, nos corroboraron la crueldad que acompañó a su ejercicio del poder.

De Hitler llevamos 80 años viendo y oyendo todo lo que hizo, aunque sus contemporáneos no dizque supieron lo que sucedía en los campos de concentración o con el exterminio de los judíos. De Stalin hubo que esperar la llegada de Gorbachov para que se pudiera verificar lo que ya había empezado a destapar Kruschev sobre su frialdad sin límites para matar a millones de sus compatriotas o de sus vecinos territoriales. Y de Mao, tal vez el menos develado de esta tríada de asesino, los documentos mostrados ratifican que, entre sus garrafales errores económicos y sus persecuciones disfrazadas de guerra civil, mató tanta gente como Stalin y Hitler.

Por estos días estamos viendo cómo crecen dos jefes de estado sino tan perversos como los mencionados, sí en embrión de maldad asesina encubriéndose por causas patrióticas o de defensa de la soberanía.

La guerra de Putin contra Ucrania y la retaliación inmisericorde de Netanyahu contra los palestinos no nos ha dejado ver la maledicencia que nutre esos dos gobernantes.

Putin no vacila en usar el asesinato de quienes se le oponen o de quienes necesita que mueran para crecer su aureola de zar patriótico. Netanyahu, obcecado en vengarse de los terroristas de Hamas que le martirizaron y mataron 1.200 compatriotas en Gaza, ha estrellado su mazo asesino contra casi 30 mil palestinos con bombardeos, fusilamientos y atropellos miserables contra mujeres y niños.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.

Ambos, atrincherados en que libran unas guerras presentadas como justas, así mueran miles de civiles o queden destruidas ciudades enteras, son los malos de hoy.