@eljodario
La Biblioteca España en el barrio Domingo Savio en Medellín parece que estuviera maldita. Fue inaugurada con toda la pompa que Fajardo sabía hacer de su alcaldía en 2007, pero al año siguiente comenzó a presentar fallas en la fachada y como era monumental y visible desde distintos puntos del Valle de Aburrá, y ya había ganado toda su capacidad simbólica, se volvió un problema para los alcaldes de Medellín y una vergüenza para el orgullo paisa.
Desde 2012 su operación fue a medias y en el 2015 terminaron cerrándola. Por supuesto todos los alcaldes han pretendido reestructurarla. El último esfuerzo lo hizo el alcalde Quintero y le dejó de herencia a Fico un problema mucho más grande que cuando él lo afrontó en su primera alcaldía.
Por ahí circula un informe de interventoría de noviembre pasado donde entre otras muchas cosas advierten que los paneles de la fachada llegaron con medidas mayores o menores de los presupuestados para la estructura, lo que ya causa risa o renueva la versión popular que corre en las comunas de Medellín de que esa Biblioteca España está maldita.
En El Tiempo de la semana pasada el nuevo secretario de infraestructura cuenta detalles que vuelven a asombrar. El más impactante es que nos diga que el proyecto de renovación va a terminar costando 57 mil millones de pesos porque también hacen falta, entre otras cosas, obras de estabilización de la ladera y no han conseguido aún la partida para finalizar las obras de urbanismo del complejo, el cual no tendrá un solo bloque, como cuando la inauguraron en 2007, sino que ahora serán tres cajones más de atracción.
En otras palabras, Medellín, que fue capaz de montar la Biblioteca Piloto y de mantenerla todavía viva y responsable por encima de las muchas dificultades y menosprecios en los últimos años, no parece que pudiera sacar avante el símbolo de la cultura que pretendió ser esta obra donde hasta los reyes de España tuvieron que asomarse.
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