Crónica # 804 del maestro Gardeazábal: el despiste caleño

@eljodario 

No hay nada más detestable que asumir el oficio de agriar la leche, pero la oleada de optimismo en que se ha montado el alcalde Eder tratando de recuperarle a Cali su sentido de pertenencia lavándole las fachadas destartaladas, no puede ocultar el despiste en que andan frente a dos problemas inminentes: el aeropuerto de Palmaseca y la fragilidad de sus edificaciones si viene un terremoto.

El terminal aéreo ha quedado en el limbo y sin que se levantara Bonilla Aragón de su tumba, pasó sin pena ni gloria a manos de la Aeronáutica Civil que lo administrará en reemplazo de la firma concesionaria que lo mantuvo al menos con altivez por varios años.

Por la falta de perrenque de la casta dominante no hubo quien se le midiera a asumir la concesión y entre el desgreño, el descuido y la ignorancia que asoman en la Aerocivil, Palmaseca tiene todas las de perder posición y dejar a Cali a la vera del mundo moderno.

Ni el alcalde ni sus secretarios importados le respondieron a la despistada viceministra de Infraestructura cuando dijo muy oronda que Aerocivil está en capacidad de operar el aeropuerto Bonilla Aragón.

Pero no es de extrañar el silencio de los ilusionados limpiadores de fachadas. Es de temer su ignorancia y su falta de capacidad de lectura de la realidad caleña. Al día siguiente del fuerte sismo entrevistaron a la muy pispa arquitecta que encartaron con la oficina de Gestión del Riesgo y en un despiste imperdonable hizo ver que no tiene ni idea de Cali ni de lo que ha pasado en los años anteriores, cuando afirmó que la ciudad dizque está preparada para un sismo menos en el oriente y occidente donde los asentamientos informales podrían volverla vulnerable.

Se ve que no ha vivido en Cali y que no tiene idea de la grieta sísmica de las calles 9 a 13 alrededor de la carrera 50, que ha obligado a remendar edificios de vivienda, clínicas y centros comerciales, pero que sigue ahí y puede activarse en otro sismo. Ojo alcalde con el despiste.