19 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 730 del maestro Gardeazábal: el trompo en la uña

Gardeazabal

@eljodario

Si hay algún colombiano verraquito que me coja el trompo en la uña y me explique a mí y a muchos compatriotas el desorden que se está generando por cuenta del despiporre petrista en el manejo de los hidrocarburos, necesitamos que aparezca ya. Pero no para darle rejo al presidente Petro como dice que Jesús dizque les dio a los mercaderes del templo, sino para que, entre todos, convóquelos o no el presidente, busquen una salida que equilibre intenciones malevas con desarrollos lógicos de la economía.

Y pido esto porque no entiendo bajo ningún parámetro que se insista por el presidente, o por alguna minoría de su gobierno, en seguir impidiendo que se busque más petróleo cuando el barril de ese combustible ya pasó la barrera de los 92 dólares y lo que estamos es cerrando la puerta para que entren dólares con que descarbonizar a Colombia y hacer surgir más electricidad descontaminante.

Y menos que entiendo lo que pretende el gobernante cuando oímos en Nueva York al presidente de Ecopetrol, y gerente de su campaña, abriendo el campo para oír ofertas de quienes van a ayudarnos a explotar el gas abundante en la costa caribe, desde Santa Marta hasta Urabá. Y lo dice porque a más de que el gas no contamina como la gasolina o el acpm, sacarlo de las profundidades donde se encuentra a borbotones cuesta una plata que ni Ecopetrol ni Colombia tienen.

Pero como este mismo gobierno metió en la reforma tributaria, aprobada por los contratistas que fungen de padres de la patria, un articulito con nuevo impuesto a las actividades extractivas y la prohibición de deducir los pagos de regalías, de nada va a servir que el presidente de Ecopetrol se abra de patas en la Bolsa de New York para buscar socios inversionistas en la tarea de sacar más gas.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.

En palabras más claritas definan si la ideología antiestractivista todavía rige en Casa de Nariño para apagar e irnos porque vamos de culos para el estanco y no hay talanquera que pare a este país.