2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 552 del maestro Gardeazábal: el abuso de la penumbra

@eljodario 

He terminado de ver los 10 capítulos de la quinta temporada de The Crown, la serie sobre la recientemente fallecida Isabel II y su elenco de la realeza británica. 

Es tan abusivo el uso de los claro/oscuros que la muy bien redactada trama pierde importancia por el desespero que da a cualquier espectador el que la gran mayoría de los episodios se realicen en la penumbra. Es entre las sombras, con la luz a medio surgir entre fantasmas, que se realizan diálogos fundamentales, escenas baladíes o demostraciones radicales del poder de esa mujer que llenó tres cuartos de siglo reinando inolvidablemente. 

Quizás ese color sepia eterno, esos brillos opacos, se hayan impuesto durante los últimos años en las artes cinematográficas, como en las literarias y hasta en la misma moda, pero nos hemos apagado  y eso es también lo que le pasa a esta quinta temporada de la serie de Netflix sobre la reina de Inglaterra.  

Ni siquiera los efectos comparativos permanentes entre los actos de la historia diaria y los que cometen referencialmente los miembros de la familia real británica pueden hacer escapar la serie de la decadencia donde el claro/oscuro la arrinconó.  

Por supuesto como en gustos no hay disgustos, más de un espectador aplaudirá esa manera suavemente hipócrita de narrar historielas tan tremebundas. Pero es lo mismo que nos pasa en Colombia por estos días. La narración de los episodios ha caído en este país la penumbra que protege a quien la cuenta y quizás hasta a los mismos actores. Nadie sabe, por ejemplo, cuál es la enfermedad que afecta al presidente Petro para que llegue tarde a toda parte o incumpla sus compromisos previamente establecidos, ya sea con los policías o con los magistrados a las altas cortes. 

maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal. 

Los medios informativos dejan todo entre el claro y el oscuro para no comprometerse con la verdad, no ofender al gobernante, no perder la pauta o ir a contrariar al totalitarismo leninista que nos guía hacia el futuro dándole reversa a la patria, a sus costumbres y hasta a sus esperanzas de cambio, que fue por las que dizque votaron los que lo eligieron.