Crónica # 268 del maestro Gardeazabal: Contraloría contra natura

@eljodario 

Hace unos días comenté aquí que la Contraloría General de la Nación había glosado la construcción de la regasificadora de Buenaventura por la manera como se pretende financiar distribuyendo costos entre usuarios a lo largo de los años. Esa glosa fue un bofetón al Valle del Cauca y en especial al suroccidente colombiano que paga el gas más caro del país y, aparentemente, un impulso para que Canacol y Promigas, explotadores e importadores de gas respectivamente, continuaran en su feroz campaña para impedir la obra del puerto sobre el Pacífico. En los últimos días, sin embargo, en el periódico económico del Grupo Sarmiento Angulo, Portafolio, han estado apareciendo algunos artículos sobre el déficit de gas que sufre actualmente el país. 

A través de ellos nos hemos enterado que Promigas, empresa propiedad del Grupo Sarmiento, que tiene una regasificadora en Cartagena, importa el 40% del gas que consume el país, lo que indica que la tesis de la Contraloría se desmorona porque con economizar la diferencia entre el alto costo del gas natural importado por el Atlántico frente al barato que se importaría por el Pacífico, se le suma el costo del trasporte desde Cartagena hasta el suroccidente, y por consiguiente habría más que suficiente para financiar la regasificadora de Buenaventura. Pero lo preocupante de toda la información que ha salido es que Eric Flesh Santoro, el presidente de Promigas, envalentonado seguramente por el empujón del Contralor, no le preocupa Buenaventura, sino que propone de nuevo el fracking en Colombia como solución al déficit de gas.  

En otras palabras, que detrás de toda la zancadilla de la Contraloría contra el suroccidente no solo se pretendió mantener el monopolio de la regasificación por Cartagena, sino que por carambola ha surgido un impulso a favor de la explotación contranatura que representaría el sistema del fracking. 

Afortunadamente el Contralor Córdoba ni lee ni oye ni cree mis comentarios al respecto y como tal, entonces, no considere la posibilidad de rectificar la trinchera que le ha puesto al  Valle del Cauca y al suroccidente, siendo tan evidente el beneficio de la regasificadora en Buenaventura. 

Lo que sí sabemos desde ya es que donde siga actuando así se habrá ganado su nicho en la historia económica del país, pero por ahorcar con su poder, pero basado en criterios caprichosos, una salida al momento crítico que se nos precipita. (Opinión).