17 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Votando verracos 

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez

Contaba Juan Carlos Vélez Uribe, quien fuera el gerente de la campaña del NO en el plebiscito celebrado para refrendar el acuerdo suscrito entre el Gobierno Santos y la guerrilla de las Farc, que la estrategia de esa exitosa campaña fue: “Buscar que la gente saliera a votar verraca” (El País.com.co).  

Efectivamente Vélez Uribe complementó en esa época que: “la campaña de indignación se hizo basada en el poder de las redes sociales y mediante las recomendaciones de estrategas de Brasil y Panamá, quienes sugirieron dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación”. Lograr la irritación de la gente se obtuvo acudiendo a mentiras, exageraciones y suposiciones. No se auxiliaron de un análisis serio y ponderado del acuerdo. 

Resulta que hoy la torta se ha volteado. Colombia es un mar de indignación y verraquera por los escándalos de corrupción, las marrullas para dilapidar el presupuesto, el derroche burocrático del erario y una serie de desaciertos que tienen al Gobierno en los más bajos niveles de aceptación entre la opinión pública y que jamás se habían visto en Colombia. Estas situaciones anómalas y detestables tienen a veintiún millones de colombianos en la pobreza, que seguramente saldrán a votar hoy y en los próximos certámenes electorales, con indignación, producida por comparar su lamentable situación con la opulencia de quienes dilapidan los dineros del Estado. También saldrán a votar verracos los jóvenes a quienes se les niega su estudio, su conexión a la virtualidad, su deseo de ser alguien en la vida y su derecho a la protesta. Protestarán los líderes sociales y sus seguidores, los líderes ambientales y los acogidos al proceso de paz, emputados porque los están matando ante la indiferencia del Estado. Seguramente saldrán verracos a votar los destechados, los desarraigados, los desempleados, que observan impávidos cómo el Estado emite dinero para entregarles a los banqueros y abandona a su suerte a miles de colombianos y de microempresarios que en la pandemia requirieron de auxilio para no ver perder a sus empresas, como efectivamente sucedió con cerca de seiscientas mil de ellas.  

Es posible que en las elecciones de este domingo la indignación no se vea tan ostensible pues estas son unas elecciones típicamente de maquinarias. En las elecciones de mayo y junio esa putería de la gente aflorará con ímpetu. 

NOTICULA. Canto mi voto: En la consulta presidencial acompañaré a la Coalición de la Esperanza con Alejandro Gaviria. Al Senado votaré por Iván Agudelo(L-5) y daré mi voto en la Cámara por Luis Carlos Ochoa (L-105).