3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Resultó un tiro en el pie 

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez 

El Decreto presidencial 500 de 18 de los corrientes, que dispuso declarar “como día Cívico de la Paz con la Naturaleza el tercer viernes del mes de abril de cada año, con motivo de la protección de los recursos naturales (…) Para tales efectos, el primer día Cívico de la Paz con la Naturaleza, será el 19 de abril de 2024”, resultó a no dudarlo, un craso error presidencial. Veamos. 

Si el objetivo de tal declaratoria era ahorrar energía y agua, como lo indica la motivación del decreto aludido, los propósitos no se lograron, la vida fue normal en todo el país y es de suponer que los consumos de agua y energía permanecieron inalterables y el ahorro fue ninguno. Nugatorio pues este propósito y vano el intento.  

Si el propósito oculto del primer mandatario fue desestimular las marchas programadas para este domingo, realmente obtuvo intenciones contrarias, pues logró calentar a los fríos, a los tibios y a los indecisos. Fue una decisión de una torpeza incalculable. En la Casa de Nariño se han especializado en tomar decisiones inoportunas y atravesadas, como decimos en mi pueblo, ya lo habían demostrado con la intervención de la EPS Sánitas en la misma fecha que en el Congreso definían la suerte del proyecto de ley sobre el sistema de salud en Colombia. No han desestimulado a nadie y por el contrario calentaron a muchos indiferentes que no tenían el propósito de marchar. Han servido de propaganda gratuita al evento Uribista. Todo con un agravante, la mayoría de autoridades regionales y locales desconocieron y desoyeron el decreto y la recomendación presidencial. Fue más objeto de burlas, que dé cumplimiento.  

Otros han ido más lejos, que son opciones que no me atrevo a validar pero que ayudan a enrarecer el ambiente con una propuesta que pudo haber sido socializada, debatida, motivada y finalmente de buen recibo, que se trató de un homenaje oculto al cumpleaños del presidente Petro o un recordatorio a las gestas guerrilleras del grupo al cual perteneció en otrora el primer mandatario. La verdad es que todo junto se convirtió en la comidilla predilecta de la oposición, para terminar de darle con todo a un presidente, elocuente en el discurso y limitado en las realizaciones, para decirlo con toda franqueza. 

Gustavo Petro es un hombre inteligente y la sensatez debe regresar a la Casa de Nariño. El palo no está para cucharas.