18 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: “Nos mean y la prensa dice que llueve” 

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbelaéz 

Las sanciones impuestas al Grupo Aval y a Corficolombiana, que igualmente pertenece a este conglomerado económico, por autoridades norteamericanas, concretamente por la violación a la ley contra prácticas corruptas fuera de los Estados Unidos (FCPA (Foreingn Corrupt Practices Act), en el escándalo de Odebrecht, relacionados con el caso de la construcción de la Ruta del Sol Tramo II, dejaron de manifiesto un oscuro y triste panorama de la penosa realidad de la justicia y de los grandes medios de comunicación en Colombia.  

De un lado queda al descubierto que contamos con una justicia paquidérmica y casi siempre inoperante, que en el caso concreto que nos ocupa, fue superada por la justicia norteamericana. De otro lado, el manejo de la información en los medios masivos de comunicación no pudo ser más deprimente. Mientras la noticia real y cierta, entregada por el Departamento de Justicia hablaba que “La Comisión de Bolsa y Valores acusó hoy al conglomerado colombiano Grupo Aval Acciones y Valores S.A. y a su filiar bancaria, Corporación Financiera Colombiana S.A. (Corficolombiana), por violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), (—) Corficolombiana, a través de su expresidente y con el socio de la empresa conjunta, sobornó a funcionarios del gobierno de Colombia para obtener una extensión de un contrato. Al menos veintiocho millones de dólares en pagos ilícitos se pagaron con el conocimiento, aprobación y asistencia del expresidente de Corficolombiana. (—) Corficolombiana también acordó celebrar un acuerdo de enjuiciamiento diferido con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y pagar más de veinte millones de dólares para resolver cargos penales”.

De otro lado la información que entregaron los medios en Colombia fue vergonzosa, engañosa y manipuladora. Caracol Radio por ejemplo tituló: “Por caso Odebrecht, Grupo Aval libre de investigaciones en Estados Unidos”. Ni siquiera se pusieron colorados. El periódico El Tiempo tituló: “Justicia de EE. UU deja libre de investigaciones a Grupo Aval por caso Odebrecht”, sustentando su información en todo lo que había dicho Caracol Radio. Evidentemente que este periódico es propiedad del grupo económico sancionado en los Estados Unidos. La revista Semana dijo: “Estados Unidos cierra capítulo de Odebrecht para Grupo Aval y Corficolombiana y le impone multa por ochenta millones de dólares” y afirma que las autoridades de Estados Unidos centraron la responsabilidad de toda la corrupción en José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana.   

La verdad al Grupo Aval le correspondió pagar multas por cerca de ochenta millones de dólares, que es toda una fortuna, multa que ya tiene un descuento importante bajo la promesa de que se abstienen de apelar la decisión. La sanción y el pago de la misma dejan al descubierto realidades que es preciso señalar: -El Grupo Aval pagó para no agrandar los problemas que tenía ante la justicia gringa, por corrupción. -Reconocieron que funcionarios de su conglomerado cancelaron sobornos a altos empleados del Gobierno colombiano. -Como lo dijo Diana Salinas Plaza: “No existieron cargos penales, pero eso no quiere decir que son inocentes, por eso el fiscal de la causa afirmó: “La Resolución de hoy demuestra que la justicia tiene un precio muy alto para quien intenta sobornar a funcionarios de gobiernos extranjeros”. -Increíblemente en Colombia se han impuesto pocas sanciones a los responsables de estos actos de corrupción, un viceministro y el expresidente de Corficolombiana. -El Grupo Aval cooptó la Fiscalía, llevando en el pasado a Néstor Humberto Martínez, uno de sus asesores jurídicos, para dirigirla. -Como siempre, en Colombia nada pasó y menos con personas y empresas tan poderosas.  

Como colofón, se puede afirmar que todos los días, los medios importantes de comunicación pierden más credibilidad frente a la opinión pública, por parcializada, mentirosa y manipuladora. Aquí vale aplicar lo que dice un periódico argentino: “Nos mean y la prensa dice que llueve”.