11 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Condena democrática II

@CeDemocratico @AlvaroUribeVel @petrogustavo

Por Horacio Toro

El Honorable Tribunal Superior de Medellín condenó al alcalde de Bello Óscar Andrés Pérez por un contrato del que aseguró que hubo peculado por apropiación, es decir, que se robaron la plata.

Lo que el Honorable Tribunal Superior de Medellín no aclaró es con qué plata se hizo el evento, si la plata fue robada. Otra arista importante de este tema es la importancia relativa de este contrato, que no era más que hacer una convocatoria y una elección de un Concejo Municipal de la Juventud, nada trascendente, ni siquiera algo que significara un enorme detrimento patrimonial, ya que un contrato de $180 millones no es relevante frente al total de la contratación del municipio que pasó de los $300 mil millones ese año.

El Tribunal le aplica a este contrato toda la legislación que pudo encontrar, hasta cuestionó la jurisprudencia sobre la que se hizo, algo de por sí inaudito. El Tribunal dice que no hubo selección objetiva, que no hubo precios de referencia, que el oferente no acreditó la experiencia necesaria y ect, etc.

Llama la atención que el Tribunal trate con especial saña este contrato frente a otros de mayor cuantía y de mayor relevancia del resto de Antioquia.

Esta severidad y celeridad es entendible si miramos las consecuencias políticas que esta decisión conlleva. Me explico: para nadie es un secreto que todo gobernante quiere un sucesor y con seguridad Óscar Andrés Pérez debe querer que alguien afín a su movimiento continúe con su legado. Además, sabemos que las campañas a las alcaldías y gobernaciones realmente comienzan el próximo 29 de junio. Entonces cabe la duda del por qué justo cuando va a arrancar la contienda, el Tribunal, a empellones y de manera sospechosamente rápida, decide sacar del cargo a Pérez en vez de decidir sobre las otras dos personas que realmente hicieron el contrato y cuyo proceso duerme el sueño de los justos en sus escritorios.

Lo curioso es que esta decisión jurídica solo está afectando a los candidatos por el Centro Democrático tanto a la Alcaldía de Bello como a la gobernación de Antioquia.

¿No podía esperar hasta noviembre para proferirse el fallo? Claro que podía esperar. ¿Que el alcalde se iba a fugar? Poco creíble y menos en plena campaña política. En fin, el Tribunal Superior de Medellín no tiene un argumento válido para justificar el momento en que hizo esto.

El Tribunal está dando la impresión de que está obrando por conveniencia política, no jurídica. Solo pensemos por un momento que la impugnación prospere en la Corte Suprema de Justicia, ¿qué va a decir el Tribunal, uy qué pena?  

Es claro que el perjudicado es el Centro Democrático y el favorecido es el petrismo que está instalado en Medellín y que pretende continuar directamente o por interpuesta persona a través de los independientes de Quintero o los verdes del petrista pura sangre León Fredy Muñoz, nuestro honorable embajador en Nicaragua con procesos por narcotráfico pendientes por resolver.

¿Será este el sentido real de esta condena democrática del Tribunal Superior de Medellín?