18 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Atlético Nacional: «Lo que el viento se llevó» 

Carlos Mario Restrepo

@nacionaloficial 

Por Carlos Mario Restrepo Tamayo 

Del club Atlético Nacional que durante muchos años fue orgullo del fútbol colombiano, respetado y admirado en todos los estadios del continente como una gran institución deportiva, lamentablemente hoy solo queda un remedo de equipo, superado incluso por otros conjuntos del mediocre torneo del balompié colombiano. 

Su organización institucional, sumada a los importantes triunfos alcanzados en diferentes torneos nacionales e internacionales, le permitieron convertirse en el gran vendedor y exportador de jugadores a los equipos de las principales ligas del fútbol mundial. 

Atlético Nacional se convirtió, además, durante varios años, en la base de la Selección Colombia aportando jugadores, técnicos y alcanzando el título en dos ocasiones para Colombia, de la Copa Libertadores de América. 

Sería injusto no hacer un reconocimiento muy especial al doctor Hernán Botero Moreno recordado y apreciado presidente de la institución, quien arriesgando su patrimonio familiar logró posicionar al club Atlético Nacional dentro de los principales equipos del fútbol colombiano. 

Igualmente, a la organización Ardila Lule, en cabeza del gran empresario Carlos Ardila Lule y de su hijo Antonio José Ardila, quienes con gran esfuerzo trabajo y pasión por la institución lograron posicionar al equipo como el Rey de Copas logrando la mejor imagen a nivel nacional e internacional. 

La paciencia en la mejor hinchada del fútbol colombiano, después de tantos fracasos en los últimos cuatro, cinco años, años se agota. Se ha perdido la confianza en los órganos directivos y concretamente en su presidente Emilio Gutiérrez por sus continuas equivocaciones, improvisaciones, contradicciones y en sus desacertadas declaraciones. 

La llegada de la señora Carolina Ardila con su grupo de amigos de asesores, seguramente inspirados en la mejor buena fe, coincide con esta crisis deportiva y administrativa que se viene presentando en la institución. 

En buena hora con la llegada del doctor Antonio José Ardila y que Dios lo ilumine como máxima autoridad del equipo, con su experiencia y capacidad, tome las decisiones que se requieren al interior de nuestro querido Atlético Nacional.