17 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Atlético Nacional: de Rey de Copas a rey de burlas

Carlos Mario Restrepo


Por Carlos Mario Restrepo Tamayo 

Resulta muy triste y muy duro aceptar la cruel realidad que atraviesa el club Atlético Nacional, una de las instituciones más queridas y respetadas, con mayor afición a nivel local y nacional en el fútbol colombiano.

El gran equipo llamado el REY de Copas, reconocido y respetado en todos los estadios del país y del continente, hoy es un pobre equipito convertido en el REY de Burlas.

Anteriormente todos los equipos del fútbol colombiano contaban con lleno total en sus estadios en la fecha que jugaban con Nacional y muchos daban por descontado la pérdida de los 3 puntos. Pero hoy en día la realidad es otra.

Tristemente Nacional espantó a su afición de todos los estadios del país y todos los equipos presupuestan a su favor los 3 puntos ganados en el partido que enfrentan al equipo verdolaga.

Por eso no olvidamos al doctor Hernán Botero Moreno, a quien nunca se le ha hecho un verdadero reconocimiento por ser quien rescató a esta institución de los últimos lugares de la tabla, arriesgando su patrimonio familiar.

Con el patrocinio del Hotel Nutibara, empresa de la familia Botero Moreno, contrató figuras para el equipo de la talla de César Cueto, Guillermo La Rosa, Sergio Santín, Oscar Calics, Miguel Angel López, Raúl Navarro, Jorge Hugo Fernández, entre otros, muchos de ellos de la selección de fútbol de cada país y otros campeones de la Copa Libertadores. Vale recordar que contrató al mejor técnico que haya llegado a Colombia. El inolvidable maestro Osvaldo Juan Zubeldía, campeón de la Copa Libertadores en cuatro ocasiones con Estudiantes de la Plata y dos veces campeón mundial de clubes.

«A todo señor todo honor». La Organización Ardila Lulle se merece igualmente todos los reconocimientos por parte de la afición del fútbol colombiano y especialmente por los hinchas del club atlético Nacional, por haber contribuido en gran forma a la grandeza que hoy tiene esta querida institución.

Pero cada momento trae su afán y a las cosas hay que llamarlas por su nombre. La verdad es que hoy por hoy el norte de esta gran institución está nublado y tiene extraviada la brújula por parte de sus directivos y propietarios. Es una institución amorcillada, sin alma, sin exigencias, sin retos ni compromisos deportivos.

En buena hora se produce un cambio en el director técnico, nombramiento a todas luces equivocado y lo más triste y preocupante es que este haya salido renunciado por su propia voluntad, luego de haber demostrado a toda la afición y medios deportivos su incapacidad total para dirigir un equipo de la categoría de Nacional, salvo a los propios directivos de la institución quienes han lamentado su decisión.

La Organización Ardila Lulle no puede ahora permitir ni darse el lujo que en sus manos naufrague esta institución, lo que no se lo perdonaríamos nunca los antioqueños. En consecuencia, o cambian el criterio con que vienen manejando el club o tienen que tomar la decisión de venderlo, porque como están las cosas ni rajan ni prestan el hacha.

Resulta inconcebible y demuestra a las claras la falta de planificación que existe en el club Atlético Nacional, que viendo el desastre deportivo que se venía presentando con el cuerpo técnico no se hubieran percatado de tal situación sus directivos y hoy tengan que entrar a nombrar a las carreras a otro técnico interino sin ningún recorrido y experiencia en el manejo de clubes de gran categoría.

Nacional es una institución que cumple con una extraordinaria labor social, ya que educa a toda una juventud recreándola con el espectáculo del fútbol y además patrocina cantidades de equipos y escuelas en los barrios.

Pero esto parece no importarle a la señora Carolina Ardila, quien sin tener ningún cargo directivo en el club con sus famosas INSINUASIONES maneja el equipo a su antojo.

Este tema que está afectando en forma grave la institución merece un capítulo aparte en esta columna de El Reverbero de Juan Paz.

Pero la verdad, es que Nacional merece mejor presente y un futuro superior.