Andrés Osorno y María A. Acevedo, cumplen sus sueños en la IU Digital

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Andrés Osorno está en sexto semestre de Desarrollo de Software y hace parte del semillero de investigación IU Digital. Andrés es puro talento, parte del grupo de Jóvenes Investigadores del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Los padres de Andrés Osorno decidieron un día que debían nadar contra la corriente para asegurar la supervivencia.

Mientras miles de familias colombianas dejaban el campo para buscar un mejor futuro en la ciudad, ellos optaron por escapar del miedo que vivían en su barrio y refugiarse en la tranquilidad de un pueblo.

Era urgente proteger a sus dos hijos adolescentes de la violencia en Medellín. «Llegamos a Cisneros en el 2014, cuando yo tenía 12 años, fue un buen cambio de vida, aunque siempre supimos que no había muchas opciones para la educación superior. Cuando terminé el bachillerato me matriculé a la carrera de Telecomunicaciones virtual en la Universidad de Antioquia, pero pronto vi que no me gustaba, ni la carrera ni el modelo de estudio. La vida me cambió cuando me matriculé a la IU Digital de Antioquia a estudiar Desarrollo de Software, allí encontré mi verdadera pasión».

Andrés está en sexto semestre y hace parte los Semilleros de Investigación. Actualmente trabaja en un proyecto que servirá para mejorar el diagnóstico de enfermedades visuales con inteligencia artificial. Todos los sueños que tuvo, todos, se están cumpliendo.

Siempre me ha interesado comprender el funcionamiento del ojo y la percepción de los colores, también me apasiona el tema de la inteligencia artificial. Dos temas que se conectan en la investigación que adelanto con la orientación del profesor Walter Torres, en el marco del proyecto de investigación Propuesta de sensores de luz basados en el desarrollo de software con uso de modelos de inteligencia artificial para aplicaciones en sistemas físicos y ambientales.

Este proyecto se adelanta como parte de la Convocatoria Jóvenes Investigadores de Minciencias presentado en alianza IU Digital – EAFIT.

La convocatoria entrega a los jóvenes un salario por un año pagado por Minciencias mientras desarrollan su proyecto académico.

Este joven de 21 años sabe que su recorrido apenas comienza, pero está convencido de que será parte de un proceso de largo aliento y pleno de satisfacciones, para él, y para sus padres, los que un día empacaron las maletas y se lanzaron en contra de la corriente, por el bienestar de sus hijos.

“Mi tierra ha sido la mejor escuela”: María Alejandra Acevedo

María Alejandra Acevedo habla de Fredonia con un afecto ancestral. Habla del valor de sus raíces, de la riqueza del proceso agrícola y del tesoro que se esconde en sus montañas. Ella investiga cómo potenciar el turismo agrícola en su región.

María Alejandra soñó con irse de Fredonia, buscar nuevos horizontes y proyectarse como profesional, más allá de esas fronteras. Sin embargo, un día descubrió en el paisaje de su tierra un tema apasionante, y con ello, una razón para quedarse.

«Tengo 23 años y estoy en el último semestre de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras. Al iniciar la carrera pensé en irme del pueblo como una opción para mejorar mi economía porque Colombia tiene un potencial de turismo muy grande. Pero cuando fui avanzando en la carrera la IU Digital de Antioquia me brindó la posibilidad de trabajar los temas de clases dentro del territorio y entonces pude conocer cosas que no sabía que existían, eso hizo que me enamorara de mi tierra, que entendiera mejor todo lo que entraña la producción de café. Analicé lo que yo podía aportar desde mi carrera y tomé la decisión de quedarme y definir el tema para mi proyecto de investigación: Caracterización turística del espacio rural a partir de los componentes del sector agropecuario».

Alejandra es una chica rodeada de amor, de ese amor deriva su poder. «Mi núcleo familiar está conformado por mi madre, mi tía, mi abuela y mis dos hermanos. Puedo afirmar con alegría que tuve una infancia sumamente feliz en este hogar lleno de amor. Tras el fallecimiento de mi abuela, seguí viviendo junto a mi madre, mi tía y mis dos hermanos. Tanto mi tía como mi madre siempre han luchado incansablemente para forjar la mujer que soy hoy. Han inculcado en nosotros sólidos valores y han trabajado arduamente para asegurarse de que nunca nos falte nada. Me siento enormemente agradecida por todo el esfuerzo que han dedicado a mi formación. Soy la única de mi familia que ha podido acceder a estudios superiores, ahora, a punto de graduarme, siento la necesidad de retribuir en parte todo ese sacrificio que han realizado a lo largo de los años».

Alejandra sonríe y sueña. Viene a Medellín semanalmente para avanzar en su proceso de investigación, como parte de la convocatoria de Jóvenes Investigadores de Minciencias.

Habla de los hallazgos que ha identificado en el camino, y resume de manera muy clara lo que quiere: «Mi objetivo no solo es cumplir mis propios sueños, sino también honrar y dar a conocer el inmenso trabajo y apoyo que mi madre y mi tía han brindado».