20 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Alcaldía de Rionegro guarda silencio ante denuncias de anomalías de los parqueaderos del José María Córdoba

Las denuncias hechas por El Reverbero de Juan Paz, los días 4 y 5 de julio, relacionadas con los abusos del promotor de los parqueaderos alrededor de la glorieta del aeropuerto de Rionegro, y que generó múltiples mensajes de los vecinos del sector, incluso, llamada del director general de Cornare, Javier Parra,  mostrándose dispuesto a dialogar con la comunidad y a apersonarse de los abusos denunciados, no obstante no produjeron, extrañamente, ninguna reacción entre los funcionarios de la Alcaldía de Rionegro.

El silencio otorga, decían nuestros abuelos. Pues eso parece estar pasando en aquella Administración local, frente a las manifestaciones de miles de usuarios que sintieron en las notas un acompañamiento solidario con su malestar por las promesas incumplidas del pastelero.

Entre estas promesas estaban respetar las normas exigentes de protección del medio ambiente, cuidar el corredor bioético de la quebrada, preservar la tranquilidad del sector, no invadir áreas de retiros obligatorios, tanto en las vías principales y secundarias como del cauce, resguardar con estética las zonas de uso interno, reparar los caminos terciarios que dañaran las volquetas que rellenaron con millones de metros cúbicos los humedales, rescatar la fauna ahuyentada, entre otras obligaciones comprometidas con los residentes más inmediatos.

Otra de las ausencias notarias en el clamor de la comunidad es la acción comunal de la vereda La Convención, ante la que han recurrido las víctimas de los atropellos, ocupada como está esa asociación en los trámites de los auxilios que está regalando el Municipio para las elecciones de octubre, a través de la llamada Metodología PRISER para proyectos comunitarios enfocados al manejo y cuidado de los recursos naturales y gestión del desarrollo ambiental.

Según los residentes del Alto del Barranquero y del sector Santiago de Armas, la tal “metodología PRISER” no es otra cosa que una “ayuda” de $50 millones de pesos para cada una de las cuarenta y cuatro acciones comunales de Rionegro, con miras a las votaciones próximas.

De los $50 millones otorgados con destino a “proyectos inútiles como cursitos de huertas caseras”, un porcentaje alto del dinero debe ser devuelto a una corporación creada para el manejo de esos recursos durante la campaña electoral, de acuerdo con la confesión de la vocera de la asociación a los mismos residentes de aquellos sectores, quienes asistieron el pasado 22 de marzo a una reunión amañada con representantes de la administración y la presidente de la Acción Comunal para exponer la ampulosa metodología. 

Por lo visto, en Rionegro el desarrollo aeroportuario y veredal está sujeto a los vaivenes políticos de los caciques provinciales, y no a las altas exigencias de la planeación requerida por la llegada inesperada de miles de empresas y personas al Oriente Antioqueño.