18 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El impacto de las redes sociales en la política 

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Claudia Posada

Por Claudia Posada 

Tenemos que reconocerle muchísimas ventajas a la era digital sobre los tiempos aquellos en que la información era tan demorada para llegar a todas partes y grupos poblacionales que se consumía “rancia”. Luego los periódicos, la radio y la televisión informaban y siguen haciéndolo, pero no son las únicas fuentes, y, desafortunadamente, perdieron protagonismo, injustamente al menos por ahora, pues no puede decirse que sobran como medios de información; no, sencillamente han sido absorbidos en buena parte por las redes sociales.  Ya nada, absolutamente nada es igual en la sociedad a lo que era el mundo antes de la virtualidad. El impacto en los individuos y en la opinión pública, a partir de la influencia incalculable de noticias inmediatas y la manera de comunicarnos y relacionarnos, transformaron totalmente lo que pensamos y hacemos en tiempo real.  

Ya no hay espacio para la creación imaginaria en lo que eran los sucesos, lugares, eventos, mundos lejanos o acontecimientos más allá del entorno inmediato; de todo nos enterábamos tardíamente y no teníamos los videos referentes o respectivos. Ahora, por lo demás, hay cabida a perfiles falsos que esconden personas reales; la adicción que nos aleja de la familia, de los libros y de las relaciones interpersonales está haciendo daño; los riesgos del acoso cibernético y la difusión de noticias inventadas es una fatalidad. Pero acercarnos al conocimiento, la solidaridad, la inspiración, a intereses y realizaciones motivadores, es de lo mejor con las redes sociales. 

Brendon V. Ridge, líder internacional comprometido con la generación de oportunidades para promover la apropiación, aplicación, transferencia y socialización del conocimiento, con el que interactúan agentes educativos de diversos países, sobre las redes sociales dice: “Es necesario reconocer que las redes sociales han planteado nuevos desafíos para la sociedad. (…) La privacidad y la seguridad de los datos personales son preocupaciones cada vez más importantes. Además, el uso excesivo de las redes sociales puede tener un impacto negativo en la salud mental y en la calidad de nuestras relaciones offline. Es importante tener en cuenta estos aspectos y utilizar las redes sociales de manera responsable. (…) las redes sociales han transformado nuestra sociedad en diversos aspectos. Han democratizado la comunicación, facilitado el acceso a la información y fomentado la construcción de comunidades. Sin embargo, también han planteado desafíos en términos de privacidad, seguridad y bienestar. Es fundamental aprovechar los beneficios de las redes sociales y ser conscientes de sus posibles repercusiones negativas”. 

Es claro entonces que las redes sociales permiten la democratización de la información, aunque en esa misma medida ha sido impactada la cultura en las sociedades. Diversas opiniones de la cotidianidad -antes con menor trascendencia- han ganado interés inusitado; por ejemplo, los procesos políticos y la presencia de personajes del juego electoral como el reciente en Colombia, antes de las redes sociales no alcanzaban tanta popularidad ni generaba el interés de hoy, particularmente en los jóvenes opinando y compartiendo. No es ningún descubrimiento que, independiente del porqué del triunfo de ciertos candidatos sin méritos (y no solamente sin idoneidad sino con mañas non santas) en la reciente contienda electoral, o lo que pasó para que otros sean los “quemados” por los electores, influyó en electores de todas las edades y condiciones socio-económicas y educativas, el desenfreno del lenguaje machacado con avidez perturbadora para sacar del camino a los contrincantes, lo que no hubiera sido posible, y mucho menos tan eficaz, sin la influencia de las redes sociales.  

Tantísima credibilidad a lo que se dice en X,  a través de plataformas como Facebook y WhatsApp, o Tik-Tok, sin ser confrontado con personas de reconocida prestancia en el entorno; la confianza en influenciadores sin criterio ni solvencia intelectual; la incapacidad para distinguir la manipulación de la información que se divulga tergiversada, inclusive en boca de quienes se han constituido en legitimadores de la verdad para darle mayor confianza a las audiencias y así conseguir objetivos particulares  que nada tienen que ver con el bienestar colectivo de la sociedad, son algunos de los riesgos de las redes sociales cuando no se dimensionan como monedas de dos caras o espadas de doble filo, en cualquier ámbito de la vida, y ni qué decir en las decisiones políticas o de la vida pública en general.