A la destrucción de miles de hectáreas de bosque, al desplazamiento sistemático y violento de las comunidades, a la persecución y asesinato de sus lÃderes, se suma ahora la desaparición y muerte del rÃo Cauca tras la construcción de una represa en Colombia
En esa contrariedad, en esa melancolÃa donde la autoconciencia del destino manifiesto del paisa se revela con ironÃa, uno percibe que J. habrÃa querido hacer las cosas de otra manera, pero sencillamente no sabe cómo: al fin y al cabo, J. es, aunque renegado, un antioqueño de la cabeza a los pies. La tensión inicial entre el rechazo a la socialidad de MedellÃn y el impulso de la huida a la naturaleza —el impulso de vivir de otra manera, de romper con el legado de la «raza»— va cediendo poco a poco ante las leyes de una economÃa polÃtica que J. lleva consigo, inscrita en su cuerpo. (Lea el informe).
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