El Eln aprovechó el ingenuo cese del fuego que le regaló Santos para crecer y multiplicarse.
Por Mauricio Vargas (foto)
El salvaje atentado cometido en la Escuela de PolicÃa General Santander, en Bogotá, por terroristas de un frente del Eln en Arauca, con saldo de 21 muertos y decenas de heridos, es un dramático recordatorio de lo que algunos –en medio de cierta soledad– advertimos durante las negociaciones del gobierno de Juan Manuel Santos con las Farc: que firmar los acuerdos de La Habana podÃa equivaler a la desmovilización del grueso de esa guerrilla, pero estaba lejos de significar la llegada de la paz.
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