@eljodario
Nuestra república ha sido una democracia hereditaria. Si revisamos desde los esfuerzos del General Reyes a principios del siglo XX para involucrar a su parentela llegamos hasta Alvaro Uribe Vélez en pleno 2021 construyendo cada presidente del paÃs una dinastÃa. Se exceptúan Enrique Olaya Herrera, Marco Fidel Suárez y Alberto Lleras Camargo, los dos primeros porque no tuvieron hijos y el otro porque fue el más inteligente y el más asceta de los presidentes colombianos.
Pero si repasamos la historia patria y vemos cómo la familia Ospina, desde su bisabuelo Mariano Ospina RodrÃguez pasando por el general Pedro Nel y haciendo escala en los Ospina Hernández, han seguido haciendo nicho dinástico. López Pumarejo con los López Michelsen, Laureano con los Gómez Hurtado, Rojas Pinilla con MarÃa Eugenia, Misael Pastrana con Andrés y hasta Petro con su hijo ahora diputado en el Atlántico, es abrumador el paisaje de las dinastÃas.
Por estos dÃas estamos viendo forjarse la dinastÃa de Alvaro Uribe. La muy significativa visita de los dos hijos del expresidente antioqueño a la Casa de Nariño es la oficialización de esta nueva dinastÃa.
Las consecuencias casi inmediatas en materia económica que se generaron patraseando o remendando una vez más la camuflada reforma tributaria y polÃticamente entronizando a Tomás Uribe Moreno como seguro pretendiente a la contienda presidencial, confirman el altÃsimo valor simbólico de esa visita. Tal vez Uribe Vélez, habilÃsimo hasta para vender caballos viejos, puede no querer madurarlo biche, y cuando su hijo esté consolidado en el imaginario colectivo, lo ofrezca en un acto de unidad nacional como fórmula vicepresidencial logrando asà evitar que le midan su desgaste y, al tiempo, no perder los hilos del poder que ha conseguido burocráticamente en este cuatrenio. SerÃa lo lógico, pero como cuando lo eligieron presidente no mandó a sus dos hijos al exterior, como era lo aconsejable, sino que los obligó a trabajar en Colombia para que como buenos paisas consiguieran su propio sustento y se independizaran asà corrieran el riesgo de ser manoseados, nada de raro tendrÃa que se equivocara una vez más y mande a Tomás al frente de sus batallones para hacerle calle de honor a Petro, no para derrotarlo.

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