30 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Que se recomponga el rumbo

Por Federico Duque Posada (foto)

Recuerdo cuando el 17 de junio del año inmediatamente anterior se celebraban en la mayoría de balcones de las casas colombianas, con bombos y platillos el aplastante triunfo de Iván Duque sobre Gustavo Petro, para llegar a la anhelada Casa de Nariño en la capital de nuestro país, recuerdo muy bien que la gente salía sonriente y con gestos de esperanza en sus rostros, decían que por fin el cambio llegaría a nuestro país, que ahora si se tuvieran los corruptos y que por fin bajarían los impuestos, arreglaríamos la situación con Venezuela, bajaría el dólar y seríamos un país absolutamente próspero.

En columnas y textos anteriores, este intento de escritor, había hecho una crítica al modelo de gobierno que planteaba el país, inclusive al candidato mismo que luego se convirtiera en presidente de todos los colombianos, toda vez que como el tiempo nos ha venido dando la razón, la inexperiencia política y la incapacidad de dirigir, la cobra con sangre nuestro país.

Ser el consentido de un ex mandatario, hacer maromas, cantar rock y bailar salsa, no podían ser las cualidades y calidades específicas para dirigir a un país de más de 48 millones de habitantes con muchas condiciones de pobreza y en escenarios desiguales.

Sin embargo se eligió y Duque empezó su gobierno con mucho entusiasmo y también con muchos problemas de fondo, que ni siquiera correspondían a dinámicas propias del gobierno anterior, si no que traían un trasfondo mucho más largo, que no cabe la pena mencionar en esta columna.

Pero aun así, la gente le creía a Duque y esperaban de corazón que le fuera bien, puesto que era un muchacho muy bien intencionado, muy querido y eso era lo que importaba, no importaba que no tuviera experiencia en gobierno, pero era un buen tipo y había que darle tiempo para que aprendiera a ser presidente, como si un país como Colombia sirviera de experimento para aprender formas políticas de manejar un Estado.

Hoy 15 meses después y luego de múltiples escenarios fallidos en el Gobierno Nacional, tenemos la situación con Venezuela, más álgida que antes porque las fronteras están cerradas y al borde de una guerra, el dólar ha alcanzado su precio más alto en toda la historia, la ley de financiamiento se cayó en la Corte Constitucional y se va a presentar luego de elecciones para no aporrear al centro democrático en las próximas elecciones. Los estudiantes están otra vez marchando porque del presupuesto para su educación se va a destinar parte del recurso para pagar demandas contra el Estado, la agricultura está cada vez peor, la gasolina se encuentra al alza, se radica un proyecto de ley para pagar salario diferencial a los menores de 25 años y con justa razón, el pueblo está a punto de volcarse a las calles.

Señor Presidente, usted es capaz de salvar esta patria y se que lo logrará si solamente actúa de una manera independiente y autónoma, a nadie le queda duda que usted es un buen hombre con muchos proyectos e ideas que podrá llevar a cabo, pero si no se desliga de su partido político y los discursos guerreristas e impopulares para la mayoría de la nación, no podrá llevarlo a cabo.

Es entonces como en esta pequeña columna lo invito a que recomponga el rumbo y retome las riendas de este país, con dialogo, firmeza, autonomía e independencia, la historia patria se lo agradecerá.