25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Índice de Competitividad 4.0 de 2019

  • Colombia con necesidad de mejorar la educación, la capacidad de innovación y la superación de las desigualdades

Por Enrique E. Batista J., Ph. D. (foto)

https://paideianueva.blogspot.com/

Para ser más productivos y competitivos como país se requiere fomentar la innovación en las instituciones educativas y en las diversas organizaciones del sector productivo.

Hace un mes el Foro Económico Mundial publicó el “Índice de Competitividad Global 4.0 de 2019” (https://bit.ly/2Ow84JN). En la construcción del Índice, que cubrió a 141 países, está la globalización y la Cuarta Revolución Industrial con las disrupciones y enfrentamientos que crean entre las distintas economías y las sociedades. El Informe, que se publica cada año, va guiado a que la toma de decisiones de políticas económicas y sociales no sea de reacciones de momento, a corto plazo, sino más allá teniendo en cuenta los distintos factores que determinan la productividad.

El Índice se elabora sobre 12 pilares y 103 indicadores. Los pilares se agrupan en cuatro categorías: 1. Ambiente Favorable (Instituciones, Infraestructura, Adopción de TIC y Estabilidad Macroeconómica). 2. Capital Humano (Habilidades y Salud). 3. Mercados  (Mercado Laboral, Sistema Financiero y Tamaño del Mercado) y 4. Ecosistema de Innovación (Dinamismo en los Negocios y Capacidad de Innovación).

El Foro Económico Mundial entiende por competitividad “los atributos y cualidades de una economía que permiten un uso más eficiente de los factores de producción, trabajo, capital y por el factor total de productividad el cual mide factores que no pueden ser explicados por el trabajo, el capital u otros insumos.” Destaca, además, que el Índice pone énfasis en los factores que ganarán importancia a medida que avanza la Cuarta Revolución Industrial en capital humano, agilidad, resiliencia e innovación.

Cada país es medido en una escala de 0 a 100, siendo este último valor la “frontera” a alcanzar o estado ideal. El promedio de los 141 países fue de 60.7, distante 40 puntos de la deseada frontera de competitividad. Singapur, que tiene la calificación más alta, está 15 puntos debajo de ese ideal con necesidad de mejorar en emprendimientos y en el pilar de Habilidades (Educación). Colombia ocupa el puesto 57 (62.7; o sea 37.3 puntos de la “frontera Ideal”), detrás de Chile (puesto 33), México (48), Uruguay (54), Brasil (71), Argentina (83) y Venezuela (133).

Resalta Klaus Schwab, fundador y director ejecutivo del Foro Económico Mundial, dice que el “Índice de Competitividad Global 4.0 de 2019” muestra que en general la mayor parte de las economías están lejos de la frontera de la competitividad. En asuntos como infraestructura, investigación y desarrollo y formación en las habilidades (educación) de fuerza laboral, los desarrollos han sido subóptimos.

Entre los factores que explican ese hecho están la globalización y las tecnologías. La primera ha aumentado las desigualdades en los países al trasferir trabajos de baja cualificación en sectores de alta productividad de economías avanzadas a economías en desarrollo o emergentes. La tecnología, por su parte, ha afectado las desigualdades reduciendo la demanda de trabajos no calificados privilegiando los de alta cualificación de manera desproporcionada.

En cuanto a esas desigualdades, la reducción mundial de la pobreza se está desacelerando; en 2015 el 46% de la población mundial luchaba para satisfacer sus necesidades básicas; el hambre está en crecimiento y afecta a una de cada nueve personas. En el Informe se hace evidente que muchas metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible no se alcanzarán para 2030. En los países de menor desarrollo y emergentes (como Colombia) el crecimiento económico es crucial para ampliar la cobertura en educación, la salud y la nutrición.

Algunas de las ideas expuestas para un desarrollo más sostenible son la creación de incentivos para la investigación y el desarrollo verde y el fomento al avance de nuevas tecnologías de energía limpia. En cuanto a ganar en competitividad y superar las desigualdades de oportunidades, se destaca en el informe el acceso con equidad a un sistema educativo de calidad, a cuidados de salud igualmente de calidad, procesos meritocráticos para acceder a empleos dignos y justos y a seguridad social.

El Índice de Competitividad Global 4.0  se construye sobre los propios datos y potencial de cada país. A pesar de que en el mismo Informe se llama la atención para no depender de rankings que comparan unos paises con otros, la mayor parte de los comentarios sobre esta publicación en los medios de comunicación en distintos países de América se han centrado en el puesto que se ocupó o subió cada país con respecto al año pasado.

No se han enfatizado y más bien se pasan por encima consideraciones muy importantes que tiene el Informe. Por ejemplo, la observación de que para incrementar la productividad se requiere estimular la creatividad, manejar la destrucción planetaria que se provoca en países avanzados y emergentes,  y también que la adopción de tecnologías y el fomento de la innovación deben ser prioridad de los gobiernos y compañías como medio para crear valor agregado, impulsar el crecimiento, mejorar los niveles de vida, incrementar el acceso a servicios básicos y mejorar los resultados en salud y seguridad económica. Las economías pueden crecer incluso con desarrollo sotenible, pero muy pocos países están en esa ruta.

En el pilar llamado “Habilidades” (Educación) se ha pasado por alto el muy bajo desarrollo que se tiene en Colombia en aspectos esenciales para ser más productivos y mejores competitivos como son las habilidades digitales y el pensamiento crítico promovidos desde las escuelas. En el pilar de Innnovación se está lejos de  ser competitivos por la baja capacidad de innovación manifiesta, entre otros indicadores, por las solicitudes de patentes y de marcas registradas, gastos en investigación y desarrollo, e impulso a los clusters.

Tampoco se puede omitir el llamado de atención que hace Karl Schwab como Director del Foro Económico Mundial sobre dos asuntos que serán cruciales en los próximos diez años: Construcción de una prosperidad compartida y manejo de la transición a una economía sustentable (incentivación de “inversiones verdes” y descarbonización de la economía), a lo que agregó la consideración moral para que se focalicen acciones sobre el medio ambiente y las desigualdades.

Se precisa destacar del Informe que décadas de concentración en crecimiento económico sin prestar atención a que fuese incluyente y sustentable en lo ambiental ha creado condiciones con severas consecuencias para todos los humanos y para el planeta. Entre esas consecuencias están “el aumento de la desigualdad, la precariedad, la falta de movilidad social que afecta la cohesión social y crea un sentimiento creciente de injusticia, pérdida de identidad y dignidad, debilitamiento del tejido social, erosión en la confianza en las instituciones y el contrato social y desencanto con los procesos políticos”.

Para impulsar la productividad y competitividad colombiana se requiere un balance entre la integración de tecnologías y la inversión en capital humano, una educación reinventada de calidad y fomento a los procesos de creatividad e innovación.