Estamos a 15 dÃas exactos de las elecciones territoriales. Hay que reconocer que en el seno de las campañas se respira el nerviosismo natural, orquestado por el resultado de las últimas encuestas, algunas de ellas con unos registros que no convocan a la credibilidad.
Pero al margen de lo que digan los números de estas encuestas, es más válido el análisis objetivo sobre los problemas de la ciudad, y las verdaderas soluciones, prácticas, concretas y realizables, para que el ciudadano de la calle salga el próximo 27 de octubre a elegir el alcalde que realmente necesita MedellÃn.
Como ya lo dijimos en una columna anterior, el próximo alcalde, que debe ser Alfredo Ramos, reúne unos rasgos especÃficos, para unos problemas muy diagnosticados, cuya solución requiere no solo equilibrio en los análisis, sino claridad, madurez y decisión.
¿Vale la pena que MedellÃn se arriesgue a una aventura de estas tan riesgosas, con un camino impredecible y un futuro aún más incierto?
Como ya lo dijimos, el espejo de la capital de la República nos sirve para reflexionar, si podemos rifar en las urnas el presente y el futuro de nuestra ciudad y de nuestros hijos.
Es el momento histórico de Antioquia y MedellÃn para que llevemos a la Gobernación y a la AlcaldÃa a dos excelentes personas, y mejores dirigentes para que asuman los destinos de la región. No podemos ser inferiores al momento que nos exige votar responsablemente y elegir ciudadanos serios, comprometidos, responsables y estudiosos.
Más historias
Qué lee el maestro Gardeazábal: Viento no me olvides
Altavoz cerró con 140 citas de negocios
El nuevo rumbo del Encuentro de Occidente