Se nos fue Jota Elías: el adiós a un excelente ser humano

Por Nacho

Quien fuera durante muchos años jefe de Capacitación de la Secretaría de Servicios Administrativos de la Gobernación de Antioquia, el administrador de la Universidad de Medellín, José Elías Duque Correa, mi tío, falleció anoche en la Clínica León XIII de la IPS Universitaria.

Era hijo del inmenso liberal gaitanista J. Elías Duque Henríquez quien luego de salvar su vida en la violencia colombiana tras el asesinato del caudillo liberal en 1948, conformó una familia con Anita Correa. Y a sus hijas les puso el nombre de Libertad, Colombia, América y Francia y sus dos hijos varones fueron Jota fallecido hoy y Luis Fernando Duque Correa, quien junto a Francia son los únicos sobrevivientes de una familia de abuelos y tíos que marcó nuestra vida.

Por su vinculación con la Universidad de Medellín, fue que yo cursé todo mi bachillerato en el Liceo de esta Universidad en Miraflores, arriba del barrio Buenos Aires y cuyos bachilleres de 1974 estamos cumpliendo 50 años de egresados y están invitando a su celebración este 29 de noviembre.

Jota fue también el tío que me invitó a que leyera en los años 70 un libro que me dejó impactado para la juventud que tenía. Se llamaba Cien Años de Soledad y yo no volví a ser el mismo y fue una de las motivaciones que me condujeron al periodismo.

Fue también Jota quien me hizo el contacto para ingresar en 1984 al periódico El Mundo luego de hablar con su amigo Jairo León García, hoy Juan Paz, empresa a la que le entregué todo y donde aprendí lo mucho o lo poco de periodismo, profesión u oficio que también cursó la linda hija de Jota de nombre Ana Lucía, quien junto a Juan Fernando son los dos hijos que tuvo con su esposa de toda la vida Lucy Silva, hermana de Inés y Albeiro Silva este último un sobrado bacán ya fallecido.

Jota estaba dotado de un humor muy fino y de un tremendo vozarrón que fue famoso en la Gobernación de Antioquia en su antigua sede de Calibío.

La mamá de los Silva era prima hermana de doña Sofía, la mamá de Jairo León y de ahí la bonita y guarera amistad con Jota, de quien recuerda las deliciosas fiestas en La Finca el Morro en Versalles, en Santa Bárbara.

Jota fue en términos generales un buen tipo, alegre, sencillo, de carácter y muy familiar.

Eternamente Jotica y gratitud por todas las manos que me diste.