24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Yo, Andrés Hurtado, fotógrafo: El hombre que persigue arcoiris

 

Por Oscar Domínguez G. (foto)

Andrés Hurtado García es el único colombiano con ocho vidas: las siete del gato y la suya. A sus 78 años bien recorridos – tiene un espermatozoide en su árbol genealógico-, no se ha gastado ninguna de esas vidas por una razón así de chiquitica: a todo le ha puesto pasión, el sustantivo que lo mantiene vivito y coleando. Lo que ha visto lo ha retratado. Vive en estado de perpetuo 20 de febrero, día en que la humanidad apenas se acuerda de que es el día dedicado a los retrateros,

De niño, este híbrido de arriero antioqueño con quindiana,  perseguía arcoiris, se tuteaba con venenosas arañas plataneras y desayunaba con bichos mientras sus colegas locos bajitos jugaban con soldaditos de plomo, cerca de  la protectora falda  de mamá.

Su grito de independencia lo dio antes de los cuatro años cuando se largó en busca del nacimiento de un río. Casi muere en el intento. Desde entonces ha recorrido todo el mundo. Sólo le falta conocer el interior del Sudán y convertirse en tuareg, porque los espiritistas de Manizales y los monjes del Nepal lo consideran reencarnación de Bramaputra Rawualpindi. Andrés les da la razón.

Cuando Dios no viene manda al hermano Pio Miguel de quien el quindiano Andrés heredó su amor por la naturaleza que lo ha llevado a conocer y a amar a Colombia. Por ahí derecho adquirió su perpetua vocación de educador que ha ejercido en el Colegio de Cristo, de Manizales, en Medellín, y en la actualidad en el Colegio Champagnat, de Bogotá. La divisa de San Marcelino Champagnat, su jefe único y fundador de la comunidad, parece tomada de la vida y obra del hermano Andrés: “Un corazón sin fronteras”. (Lea la columna).