Descripción: Foro Candidatos Transparentes El Colombiano. Once candidatos a la Cámara por Antioquia, uno por cada partido o grupo político. Personajes: Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán (partido Conservador). Fecha de evento: 24/02/2014. Foto: Robinson Sáenz Vargas
Por Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán
Senador de la República — Partido Conservador Colombiano
Celebro con entusiasmo la decisión del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, de revivir el Instituto Mi Río. Es una decisión sabia y necesaria, coherente con la historia ambiental y social de nuestra ciudad.
Durante mis años en el Concejo de Medellín —cuatro períodos — tuve el honor de defender al Instituto Mi Río, creado en 1992 durante la alcaldía de Ómar Flórez Vélez, gracias a la visión del entonces concejal Alfonso Núñez Lapeira. Desde su origen, tuvo un propósito claro: recuperar la cuenca del río Medellín y sus quebradas, generar conciencia ambiental, prevenir inundaciones y ofrecer empleo digno a jóvenes en situación vulnerable. Fue, sin duda, la iniciativa de “empleo de choque” más importante en la historia reciente del municipio.
Vale recordar también la labor de Gerardo Emilio Duque, quien desde la Gerencia impulsó programas como Parce y Amor, verdaderos ejemplos de inclusión y participación ciudadana.
Integré la primera Junta Directiva de Mi Río y aprendí entonces que el desarrollo urbano solo es sostenible si reconoce al río como su eje articulador. Por eso, su renacimiento debe asumirse como la recuperación de una política pública de largo aliento, no como un simple programa de gobierno.
Los medellinenses hemos pagado históricamente por acueducto y alcantarillado, pero por cada diez pesos invertidos en acueducto, apenas uno se destina al saneamiento básico. Esa desproporción ha permitido que nuestras 4.217 quebradas “cojan ventaja”: cauces desbordados, taludes inestables y barrios expuestos al riesgo.
Mi Río fue más que una entidad ejecutora: fue una escuela de civismo ambiental, con un plan ordenado de recuperación de quebradas y la visión —entonces utópica— de un río Medellín navegable. Hoy, en medio de la crisis climática y la pérdida de espacios verdes, ese sueño recobra sentido.
El alcalde Federico Gutiérrez acierta al recuperar Mi Río y vincularlo con estrategias contemporáneas como los parques lineales, la recuperación del espacio público y la mitigación del cambio climático. Esa articulación puede devolverle su carácter integrador: unir quebradas, corredores verdes y vida urbana.
Recuerdo cuando propusimos el Parque Central de Antioquia y el Corredor Verde Metropolitano, pensando en frenar la expansión urbana y proteger nuestras montañas. Esa visión puede completarse si logramos conectar los parques lineales con el Jardín Botánico y los pocos ecosistemas verdes que aún resisten entre el cemento.
Mi Río debe revivir no solo como entidad, sino como una cultura del agua: una manera de entender que el territorio y la vida están íntimamente ligados. Medellín no puede seguir creciendo de espaldas a su río.
Revivir Mi Río es volver a la sensatez: a la planificación, al respeto por la naturaleza y a la responsabilidad con las generaciones futuras. Porque mientras el río siga hablándonos, nuestra obligación será escucharlo y cuidarlo.


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