18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Voto por Rodolfo porque conozco mucho a Petro 

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

Hace ocho días estábamos jugados por Federico Gutiérrez, el mejor candidato para afrontar las dificultades por las cuales atraviesa el país. 

No estábamos equivocados en la coherencia, consistencia y solidez de los argumentos de Fico, quien siempre estaba y está pensando en los intereses superiores de los colombianos por encima de los particulares de quienes acompañan al aspirante de la incertidumbre, cuyo discurso siempre ha girado, durante 12 años que lleva haciendo política, alrededor del odio y de la venganza. 

La pregunta es natural: ¿Por qué durante 12 años de su trabajo político, el candidato de la incertidumbre ha sembrado la imagen de combatir la propiedad privada, de desestimular a quienes arriesgan sus patrimonios para generar empleos y oportunidades, y ha tenido la osadía de jugar con las palabras para disfrazar sus intenciones? 

Durante 12 años el señor de la incertidumbre ha sembrado inseguridad jurídica entre los inversionistas y los empresarios, ¿expropiar o democratizar?, y desde luego entre empleados y trabajadores, porque la alta cuota de populismo que le imprime a sus propuestas lo llevan a caer en un mar de contradicciones e incoherencias que no ha podido aclarar ni corregir. 

Difícil el panorama que pinta el señor de las incertidumbres en el campo económico. No es gratis y tampoco producto de la imaginación que centenares de negocios se encuentren en este momento paralizados o que se hagan bajo la “cláusula Petro”, una condición anexa a cualquier negocio, principalmente de propiedad raíz, en caso de que el señor de las incertidumbres llegase a ganar las elecciones. Conozco de primera mano algunos negocios multimillonarios de inversionistas internacionales, quienes han preferido guardar un prudente tiempo a ver qué va a pasar en Colombia. 

Hay otro aspecto que ha generado mucha inquietud entre los ciudadanos decentes, y es el relacionado con las compañías que están al lado del señor de las incertidumbres. Tal vez el mismo señor de hace cuatro años era más coherente en el tema de su lucha anticorrupción, que el de hoy que se hace acompañar de personajes muy oscuros de la política, congresistas con serias investigaciones, y con una pésima imagen entre sus colegas, mañosos y politiqueros, cuyas fortunas generan muchas dudas desde su origen. 

Es tal la carga negativa que generan estos personajes, muy cuestionados en todas las latitudes del país por su pasado y su presente, que ni el mismo señor de las incertidumbres ha sido capaz de salir a defenderlos públicamente, aunque tuvo que darse golpes de pecho por el respaldo que le brindó a la senadora que él hizo elegir por el Pacto Histórico. 

En este breve recuento del señor de las incertidumbres, es imposible pasar por alto el macabro pacto que les ofreció a delincuentes, asesinos, narcotraficantes en las diferentes cárceles del país, que él trató de defender al comienzo, antes de esconder la cola entre las piernas, y que él denominaba o seguramente aún llama “Perdón Social”.  

Miren a ver las votaciones en las cárceles a su favor, si fueron producto de esta propuesta vergonzosa que no es más que un bofetón en el rostro de los ciudadanos decentes de este país. 

Este caso específico y las malas compañías que nuestros padres nos enseñaron siempre a desdeñar, nos demuestran que el señor de las incertidumbres carece de escrúpulos morales para lograr sus propósitos, o sea el todo vale, aunque sea las alianzas diabólicas que nos ha venido mostrando. Así no se debe hacer la política, si partimos del principio que aquí hemos planteado siempre: la política se hizo para que la gente viva mejor, no quienes la practican, muchos de quienes lo rodean. 

Este es un breve recorrido por las ofertas del señor de las incertidumbres, suficiente para concluir que voto por el ingeniero Rodolfo Hernández, un hombre con un pasado transparente y un presente promisorio pensando en el bienestar de los colombianos, que no les da tregua a los corruptos y que sabe para dónde llevarnos con la austeridad y frente a la desbordada burocracia de un Estado paquidérmico que no ha podido transformarse. 

Como dice Fico Gutiérrez, “Lo importante es cuidar a Colombia, quererla, cuidar la democracia y las libertades y buscar cambios que le sirvan al país… Lo importante, más allá de cálculos políticos e individuales, es cuidar a Colombia y ese ha sido siempre nuestro propósito y por eso no ando reuniéndome con uno u otro candidato a ver si me ofrecen algo, no estoy pidiendo nada, ni lo voy a pedir, no voy a hacer parte del gobierno, tendrá la independencia y apoyaré lo que esté de acuerdo y lo que no, pues lo diré de manera constructiva, porque quiero lo mejor para el país”.