19 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Una detención con tufillo a venganza

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa

Nadie se explica, a ningún nivel, lo que viene sucediendo con la Fiscalía General de la Nación y Antioquia. 

La tranquilidad política y administrativa que vivía el Departamento se volvió a estremecer e interrumpir este miércoles 3 de marzo por la decisión de la Fiscalía General de la Nación de volver a ordenar por segunda ocasión, en menos de un año, la detención del gobernador Aníbal Gaviria Correa.  

Este nuevo golpe a la gestión del gobierno popular de Gaviria Correa, como es obvio, originó un enorme revuelo regional y nacional. Y no tan solo por la detención en sí, sino por el show que montó la Fiscalía General en el propio despacho del gobernador, con fotógrafo y camarógrafo, en un acto bochornoso que prácticamente fue transmitido en vivo y en directo por los noticieros del mediodía de televisión. Y La molestia que hay en el Departamento con el fiscal Francisco Barbosa, es que le dio al primer mandatario de los antioqueños el tratamiento del peor delincuente. ¿O es que el fiscal Barbosa está convencido que Aníbal Gaviria tenía un plan de fuga? 

¿No podía la fiscalía actuar en una forma más discreta, sin el espectáculo que montó, teniendo en cuenta las condiciones humanas y de la familia del gobernador, quien además es un ciudadano de bien?  

Esta detención de Aníbal Gaviria se produce cuatro meses y 13 días, después de haber recuperado su libertad al ser protegido o cobijado por un habeas corpus a finales del año pasado, que había decretado el Tribunal Superior de Medellín, tras un duro regaño al fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, CSJ, Jorge Hernán Díaz, quien dejó vencer el plazo o los términos para acusar o no al gobernador.   

Pues nuevamente la Fiscalía ordenó con base en el anterior Código Penal o Ley 600 de 2000 privarlo de su libertad en su residencia, lo que para muchos es otro golpe a la vida institucional de Antioquia. 

La medida no tiene nada nuevo, pues se trata del proceso por la contratación de las obras de rehabilitación y pavimentación de la Troncal de la Paz y la construcción del puente para comunicar esta vía con la cabecera municipal de El Bagre, en el Nordeste antioqueño, obras están prestando un valioso servicio, en las que no se perdió un solo peso y fueron iniciadas en el primer gobierno de Gaviria Correa (2004 – 2007).  

Según analistas, la decisión de la fiscalía extraña porque si es el mismo proceso no se entiende la razón de imputar por los dos contratos de una vez y solo cuando el vencimiento de términos hizo que Gaviria volviera a su puesto, comenzó a trabajar en otra causal. ¿Animo de desquite, de todo un fiscal que actúa con intención de satisfacer sus venganzas, y que demuestra así su falta de grandeza?  

En el caso de esta obra se habla de haber pagado más anticipo, no de sobrecostos. O sea, un mayor porcentaje del pactado inicialmente de un contrato que cumple ya los 15 años.   

Tienen razón quienes sostienen que el fiscal Francisco Barbosa parece tener cazada una pelea contra el gobernador Aníbal Gaviria y eso quiere decir que, por inquina personal, se está llevando por delante la estabilidad gubernativa del Departamento que le hizo ganar a su amigo, el presidente Duque, la Presidencia de Colombia, nada menos que con 1.800.000 votos. Y esto, claro está, tiene furiosos a empresarios y dirigentes aquí en Antioquia.  

Todo mundo tiene muy claro, menos el fiscal Barbosa, que Aníbal Gaviria no puede influir en las pruebas, que no es un peligro para la sociedad y que no se va a volar, como cualquier delincuente. Por el contrario, ha ratificado su respeto por la justicia.  

En un comunicado expedido este jueves en la mañana, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa expresó que “Siempre he manifestado mi confianza en que la justicia prevalecerá”, y agregó que tanto la acusación como la medida de aseguramiento son decisiones “dolorosas e incomprensibles”.  

 “Entregaré todas las explicaciones necesarias y seguiré aportando todas las pruebas que permitan sustentar mi inocencia, convencido de que la etapa de juicio puedo afrontarla en libertad, por cuanto no hay motivo alguno para pensar, como lo ha expuesto la Fiscalía en ocasiones anteriores, que mis actuaciones puedan alterar o socavar el material probatorio que la Fiscalía delegada ha recopilado y sobre las cuales sustenta su postura”.  

Esperamos que la justicia se imponga por encima de cualquier interés personalista, para tranquilidad del gobernador, de su apreciada familia y la gobernabilidad de Antioquia.