Vistazo a los hechos: Reflexión, cordura y respeto en esta campaña

Por Gabriel Zapata Correa*

No es fácil la coyuntura del país en materia de orden público, en pleno ambiente electoral.

Aunque tuvo demasiada repercusión nacional e internacional la relevación de alias “Iván Márquez”, al anunciar la conformación de su nueva banda criminal con alias “Jesús Santrich”, “el paisa” y “Romaña” entre otros, con toda la intención de extorsionar y amedrentar al país, ya se sentía la presión de las distintas bandas criminales sostenidas por el narcotráfico, incluidas todas las disidencias de la Farc.

No podía sorprendernos alias “Iván Márquez” y Jesús Santrich” con un discurso revolucionario después de las revelaciones de su sobrino Marlon Marín en una corte de Estados Unidos, contra los dos primeros sobre sus negocios de narcotráfico después de firmados los acuerdos de La Habana. Se entiende que no era fácil para ellos dejar un negocio tan lucrativo como el narcotráfico. Por eso es una lástima que en la trampa de sus mentiras hubieran caído tan ingenuamente la JEP y la Corte Suprema de Justicia.

Pero la violencia que estamos viviendo ahora y que estos criminales pretenden extender por todos los rincones del país no nos sorprende, pero tampoco nos puede amedrentar.

Fue un golpe muy duro para el Cauca y para todos los colombianos, la forma cobarde e inmisericorde como fue asesinada la candidata a la Alcaldía de Suárez, Karina García Sierra, junto con otras personas más, entre ellas su mamá.

Fue una masacre aleve, premeditada, que buscaba no solo el objetivo de silenciar la voz de una política joven, inquieta y honesta, sino sembrar la zozobra, la inseguridad y el terror no solo en esa zona del Cauca, sino enviar un mensaje de amedrentamiento a los demás candidatos a gobernaciones, alcaldías y corporaciones públicas, especialmente en aquellas regiones donde se quiere imponer al precio que sea el comercio de la coca. Y qué mejor para estos criminales que aprovechar la coyuntura de las elecciones territoriales.

La respuesta del presidente Duque no se hizo esperar, y en un Consejo de Seguridad realizado en Popayán afirmó que “aquí estamos ratificando nuestro compromiso con el Cauca, y vamos a ser contundentes contra estos criminales, porque estos asesinatos no quedarán en la impunidad”. Y entre las acciones para enfrentar las organizaciones al margen de la ley, el Presidente destacó el fortalecimiento de la inteligencia y la contrainteligencia, la puesta en marcha de operativos de control al tráfico de insumos químicos para el procesamiento de alcaloides y la adopción de medidas “de protección a candidatos que han sido afectados por amenazas”.

El Presidente anunció que alias ‘Mayimbú’ y alias ‘Marlon’, son los presuntos responsables de esta masacre ocurrida en el municipio de Suárez., quienes fueron declarados “objetivos de alto valor presidencial”. El Presidente anunció que se aumentó a 1.000 millones de pesos la recompensa por cada uno de ellos.

El Jefe de Estado manifestó su “rechazo categórico” a las bandas criminales que “quieren, a través del terrorismo y del narcotráfico, amedrentar e intimidar a la población”.

En este sentido el Presidente prometió que con la Ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, a través del Fondo de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Fonsecon), se van a mejorar las capacidades de movilidad de la Fuerza Pública en los municipios donde están asentados estos grupos criminales.

Pero al margen de este crimen, que denota el grado de ensañamiento a que son capaces de llegar estos bandidos, hay otros rasgos de violencia verbal y polarización que están condimentando esta campaña política de un alto grado de agresividad que no contribuye en nada a un ambiente de armonía y de respeto, para que el pueblo ejerza tranquilo el libre ejercicio de la democracia el próximo 27 de octubre.

Si por un lado truenan las balas de los criminales y por el otro no cesa el cruce de frases ofensivas e intolerantes entre los diferentes candidatos y militantes, estamos frente a un panorama oscuro de sálvese quien pueda.

Por todo esto, no sobra hacer un respetuoso llamado a los diferentes actores de la actividad política, para que prime la reflexión sobre la intemperancia. Porque una campaña política puede dejar ganadores, perdedores, pero jamás enemigos.