21 junio, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: ¿Progresista o dictadorzuelo?

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Gabriel Zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

Los dos últimos episodios protagonizados por el presidente Petro nos reafirman en lo que hemos venido sosteniendo en estas líneas: el mandatario no ha podido ocultar su aire dictadorzuelo, el cual ha venido demostrando en muchas de sus decisiones.

Siempre ha desconocido el valor constitucional de las instituciones, a las cuales se ha querido imponer sin reserva alguna, cuando estas no se acogen a sus caprichos ideológicos o mamertos, mejor. Los dos episodios son el hundimiento de su reforma tributaria y el nombramiento de Daniel Mendoza como embajador de Colombia en Tailandia.

Muy escandalosa la reacción suya frente a la decisión de las comisiones económicas del Congreso de la República, de hundirle por 17 votos contra 12 su retardataria Reforma Tributaria, que Petro nos quería imponer sin vergüenza alguna, después de que funcionarios de su Gobierno, impuestos por él, se hubieran robado billones y billones de pesos en la Unidad de Gestión de Riesgos.

La reforma tributaria, o ley de financiamiento, radicada por el Gobierno nacional, se hundió en la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, debido a que los congresistas acogieron la ponencia negativa al proyecto, presentada por los congresistas Miguel Uribe, Antonio Zabaraín, Mauricio Gómez Amín y Juan Pablo Gallo.

El presidente calificó a los congresistas de “traidores” y “malditos”, luego de su estruendosa derrota en el Congreso. Pero lo que no ha podido responder el mandatario en el desarrollo de su mediocre administración, es para qué necesita más plata, si sus ministerios tienen en bancos más de 150 billones de pesos que no han podido ejecutar en este año, y que, todo parece indicar ya no van a hacerlo. Una ejecución de su Gobierno que en promedio no llega al 30%.

Por eso, justificada y razonable la reacción del presidente del Congreso, Efraín Cepeda: “Presidente, le exijo respeto por el Congreso de la República, somos una rama del poder público igual que el Ejecutivo. Deje de amenazarnos y descalificarnos cuando sumisamente no aprobamos todo lo que a usted se le ocurre. No puede ser que insulte y desacredite al que no está de acuerdo con usted. Yo no coincido con usted en muchas cosas y jamás lo he insultado”, dijo Cepeda.

Cepeda también le pidió al presidente no “chantajearlos” con la idea de que no habrá recursos para garantizar una opción tarifaria para la energía en la Costa Caribe, debido al archivo de la reforma tributaria.

“Con todo respeto, le solicito no chantajear al Caribe colombiano con la opción tarifaria, y con promesas de alivio a las tarifas de energía que nunca han llegado y las cuales usted prometió. Pretendía que le aprobáramos $12 billones con el señuelo de la opción tarifaría, trasladándole la responsabilidad al pueblo colombiano de asumirlas”, indicó Cepeda.

Como el presidente Petro nos ha gobernado con el odio en una mano y la venganza en la otra, para golpear a sus opositores, nada de raro tiene que se desquite de los empresarios, de esta derrota, con el aumento del salario mínimo. Petro no tiene agallas pata tomar esta clase de decisiones. Ya lo hizo con los excabecillas paramilitares como Mancuso, con quien fue capaz de intercambiar su sombrero, en un claro simbolismo de sellar una alianza que ningún colombiano ha podido entender.

Y lo hace ahora con el nombramiento del controvertido Daniel Mendoza como embajador de Colombia en Tailandia, con la obsecuencia del canciller Luis Gilberto Murillo. Petro se autocalifica de “progresista” y libertario” para justificar esta designación, la cual ha despertado toda clase de reacciones a todos los niveles por las posiciones que ha asumido este señor ante la mujer e incluso frente a las menores de edad.

Es muy triste que todo un presidente de la República comparta los mismos valores de Daniel Mendoza frente a la mujer y las menores de edad. Y no solo que los comparta, sino que salga a defenderlo con la excusa de que es “un libertario”.

Como dice la representante a la Cámara, Catherine Juvinao, “las mujeres no valemos nada para este gobierno”. Recordemos que el presidente Petro tampoco tuvo escrúpulos para nombrar al exparamilitar y violador de más de 300 menores de edad, Hernán Giraldo, como gestor de paz.

Muy lamentable que los colombianos tengamos que resignarnos a recibir esta clase de mensajes del presidente, quien con su ya acostumbrado autoritarismo y aires de dictador pretende imponernos sus caprichos ideológicos muy lejanos de una izquierda auténtica y de un verdadero progresismo.