19 septiembre, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Petro no escucha la voz del pueblo

Por Gabriel Zapata Correa (foto)

Es recurrente el presidente Petro en convocar el pueblo a la protesta, a las marchas y a buscar su apoyo a los proyectos que quiere sacar a toda costa en el Congreso, por encima de los conceptos y análisis de expertos en temas tan específicos y sensibles como las reformas a la salud y la pensional.

Sin embargo, el presidente Petro no es coherente ni consecuente cuando pretende demostrar, falsamente, que cuenta con el suficiente respaldo popular, el mismo resultado pobre que obtuvo en las urnas, y la realidad que le está reflejando el mismo pueblo. Y no es coherente porque no quiere respetar la expresión popular expuesta en varias manifestaciones.

Ignoró el presidente Petro las multitudinarias marchas en su contra, y con un análisis caprichoso y absolutamente amañado a su actitud activista con la cual gobierna, nos quiere hacer creer que no salió derrotado en las pasadas elecciones territoriales. Con esa habilidad perversa en él, propia de los amantes del autoritarismo, hace una lectura única de los resultados electorales, para no reconocer que en las pasadas elecciones perdió 8 millones de votos, lo cual indica, en otras palabras, que en este momento tan solo lo apoyan 3 millones y algo más de los 11 y medio que lo llevaron a la presidencia.

Como afirman los analistas más connotados y politólogos más respetados, el mapa político del país cambió en estas elecciones. Pero el contenido de fondo es mucho más profundo, puesto que se le está enviando al presidente Petro el mensaje absolutamente negativo sobre su gobierno y su discurso dañino para tratar de justificar sus políticas equivocadas que están llevando el país hacia el abismo.

Pero si el presidente ignora estos hechos políticos nacionales de esta dimensión, qué podrá decir entonces el mandatario de la expresión pública de más de 38 mil colombianos que asistieron al estadio Metropolitano de Barranquilla, al partido entre Colombia y Brasil por la Eliminatoria Suramericana.

Ese coro “fuera Petro”, “fuera Petro” que aún retumba en miles de videos que circulan en las redes sociales no era contra su hija, como él maliciosamente quiere desviar la atención, sino para expresarle el rechazo total a su gobierno y a su falta de gestión de su equipo ministerial.

El principal problema del presidente Petro es que es un enfermizo mentiroso, que hace todo lo contrario de lo que promete, y que se contradice en forma permanente para justificar un gobierno totalmente ineficiente, rodeado e infiltrado de activistas que parecen siempre en campaña política.

El ejemplo que no olvidan los colombianos es el de la exministra Corcho, quien se reunía con todos los sectores de la salud y los expertos para supuestamente enriquecer la discusión sobre la reforma a la salud. Pero luego llegaba al Congreso a imponer sus propuestas arrasadoras de las EPS y de la salud en general. Y Petro la respaldaba.

El mismo caso nos sucedió con la exministra de Minas y Energía Irene Vélez, otra activista confesa, quien acudía a cifras falsas para justificar su incapacidad y desconocimiento en el tema de los hidrocarburos y respaldar de esta forma las políticas equivocadas en esta materia del gobierno de su presidente Petro.

Estas ministras se tenían que ir, pero dejaron sembradas en el país la falta de credibilidad y confiabilidad en un presidente que día a día cambia una mentira por otra, y que, como al pastorcito mentiroso, nadie la va a creer cuando decida decir una verdad.

La mejor ilustración de este ejemplo, es que el expresidente Uribe y algunos congresistas de la oposición tampoco le creen a Petro. ¿Por qué? Petro invitó a Uribe a tomar un café, para hablar de las reformas estancadas en el Congreso. Y Uribe dijo que sí se toma ese café, pero si Petro acepta suspender la votación de la reforma a la salud en el Congreso. Porque ese camino del engaño y la mentira ya lo recorrieron con la ministra Corcho.

Y, además, porque no es la primera vez que Uribe va a dialogar con Petro. Ya se sentaron. Petro escuchó las inquietudes de Uribe. Pero le entraron por un oído y le salieron por el otro.

Es por estas razones que no hay unas sentadas expectativas positivas de lo que salga de este cafecito entre el presidente Petro y el expresidente Uribe, quien quiere que a esta reunión asistan expertos en diferentes frentes que tienen que ver con la reforma a la salud. Pero la verdad es que nadie le cree ya al presidente Petro, un mandatario que ni quiere ni respeta la institucionalidad.

Miren la cereza del pastel: Una hora y treinta minutos después de conocer el fallo de la Corte Constitucional que tumbó la prohibición de deducir las regalías petroleras de la reforma tributaria, el presidente, ni corto ni perezoso, dijo que le “tocaría” al ministro de Hacienda “recortar el presupuesto de las tres ramas del poder público”. 

O sea, un presidente ciego, sordo y para completar, además vengativo.