29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: ¿Petro lanzará la Primera Línea a las calles?

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa

Desde cuando era alcalde de Bogotá y fue suspendido por la Procuraduría General de la Nación, Gustavo Petro siempre acudió a las protestas callejeras para defender o impulsar sus propósitos. Esta protesta callejera llegó a su máxima expresión en la explosión social del 2021 en el gobierno del entonces presidente Iván Duque, en la cual surgió la Primera Línea como una protagonista fundamental, con unos resultados trágicos para el país que aún estamos lamentando.

Los vínculos del entonces candidato y senador Gustavo Petro con la Primera Línea eran evidentes, y quedan confirmados con su decisión, al parecer inapelable, de buscar la libertad de sus principales cabecillas, muchos de ellos procesados por la Fiscalía, para convertirlos en Gestores de Paz.

Pero a la par, el presidente Petro busca ahora convertir en realidad una promesa para darles a 100 mil jóvenes $1 millón de pesos mensuales, como un supuesto auxilio económico, al igual que opera el subsidio a las madres cabeza de familia.

Es fácil interpretar para dónde va el presidente Petro. El mismo lo ha dicho. Cuando apenas está superando los seis meses de su gobierno, ya les está pidiendo a sus seguidores que salgan a las calles a respaldar las reformas que prometió en campaña, pero que las gentes no las conoce. Pero llama la atención que haga esta convocatoria, precisa mente cuando crecen las protestas y las críticas porque sus ministros no quieren socializar sus proyectos, y además van muy mal.

En respuesta a una convocatoria de paro nacional indefinido el 14 de febrero contra su gobierno, el mandatario volvió a recurrir al Twitter, para pedirles a sus adeptos que salgan a las plazas públicas en esa misma fecha y el 1 de mayo con la excusa de “discutir” allí sus reformas, que hasta el momento la opinión pública no conoce.

Pero lo que no se puede ocultar es la estrategia bien pensada desde Palacio y el Pacto Histórico para contrarrestar la protesta nacional y restarles fuerza a las críticas y, a la vez, ejercer presión sobre quienes les hacen reparos a las reformas.

Pero debemos recordar que esta estrategia no es nueva. En septiembre del 2022 el ministro del Interior, Alfonso Prada, había manifestado que la protesta popular era un “as bajo la manga”, si no se lograban los objetivos del Gobierno. En una manifestación popular en el Cauca, Prada les dijo a las comunidades que salieran a una “movilización popular” para que el Congreso aprobara la reforma tributaria.

“Las reformas que se presentarán al Congreso en febrero buscan cambiar el país, generar justicia social y son el acumulado de las luchas sociales de Colombia. No dudo que tendrán opositores en quienes no quieren los cambios. La plaza pública también es un lugar de discusión”, dijo el mandatario.

Esta primera invitación a marchar la hizo el 20 de enero cuando instó “a las fuerzas del Gobierno del cambio a discutir en las calles las reformas que se avecinan” para esas dos fechas, 14 de febrero y 1º de mayo.

Estas fechas de movilización coinciden con la presentación de las reformas a la salud, la pensional y la laboral en el Congreso, que serán radicadas entre febrero y marzo, tiempo en el cual también se discutirá la segunda vuelta de la reforma política.

En medio de este debate, que no todo está del lado del gobierno aparte de la oposición, surgió el presidente del Congreso, Roy Barreras, quien le marcó distancia al presidente Petro.

Aunque Barreras dijo que no es un error que la gente salga a las calles, pero explicó que sí puede traer riesgos y generar conflictos callejeros de graves consecuencias.

“Es un modelo político que tiene unos orígenes respetables, con tradición. En la historia de la humanidad distintos dirigentes han apelado a la movilización directa. Ese modelo, en mi opinión, no construye soluciones”, señaló el presidente del Senado en la W radio.

“Estoy absolutamente convencido que las personas que saldrán a la calle lo harán de corazón pidiendo que haya una reforma. Lo que no puede ocurrir es que sectores radicales se equivoquen”, dijo.

El congresista sostuvo que ambos llamados son nocivos para el país. “Lo que es indeseable es que sectores extremos de izquierda o derecha terminen enfrentándose en las calles por un texto que no conocen”, afirmó.

Citamos textual a Roy Barreras, porque el senador del Pacto Histórico está interpretando lo que todos estamos presumiendo: Petro va a utilizar el mismo camino de los dictadores Hugo Chávez y Nicolás Maduro, de enfrentar en la calle a sus adeptos con sus opositores.

¿Será la reaparición de la Primera Línea?