29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: ¡Nos llegó la hora de salvar a Medellín!

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

Hacía rato que los maltratados habitantes de esta querida ciudad no recibíamos una excelente noticia: Que la Registraduría por fin le da vía libre a la revocatoria, al peor alcalde que ha tenido esta ciudad en toda su historia. 

Yo desde el comienzo me declaré enemigo de la revocatoria del alcalde. Pero su cadena de mentiras y engaños, sus permanentes desaciertos, el abandono de la ciudad y su espíritu pendenciero con el cual supone que va a cambiar la historia para tratar de perpetuar su nombre en letras de oro, con los objetivos oscuros de servir sus intereses personales, me hicieron cambiar de opinión. Y digo con orgullo que hago parte de los medellinenses que aman la ciudad por encima de intereses de color político, que no me anima ningún espíritu vengativo porque Quintero hubiese ganado las elecciones. Nada de eso. 

Y tampoco hago parte de ningún partido político como los que lo apoyan por intereses económicos y burocráticos, y mucho menos del Centro Democrático. 

No tengo tampoco acciones en las empresas del GEA, ni otro sentimiento económico que me lleve a pensar que el alcalde debe irse porque está afectando el bolsillo de unos pocos. Nada de eso. 

A mí nadie me puede poner una camiseta de color alguno, para descalificar o señalarme de pensar por otros o en defensa de negocios ajenos. Quiero y defiendo la ciudad que ha sido símbolo de limpieza y ejemplo de manejo transparente. 

Yo pienso, como la mayoría de los habitantes de la otrora Bella Villa, tan añorada en esas épocas, que el alcalde Daniel Quintero se debe ir porque ya destapó sus cartas y nos dimos cuenta que no quiere la ciudad, que llegó a la Alcaldía a desahogar sus rabias insaciables de un desadaptado social, de un resentido irredimible que pensó que podía engañarnos durante cuatro años y que podía seguir ofendiendo la inteligencia de todos nosotros en una forma insolente e irrespetuosa. Pero la verdad siempre saldrá a flote. Así como tantos negocios oscuros que ha hecho con sus familiares y amigos, y cuyas denuncias se han publicado en diversos medios de comunicación. Pero este ya será tema de los organismos de investigación, y el peso de la justicia le caerá con toda seguridad. 

Lo cierto es que nos llegó la hora de salvar a Medellín. Algunos políticos, que reciben prebendas del alcalde a granel, y que se están beneficiando a manos llenas de su burocracia, dicen que no apoyan la revocatoria porque esta no soluciona los problemas de la ciudad. ¡Otra mentira! 

Se están engañando y se dicen mentiras para seguir chupando del presupuesto de Medellín como lo hace al alcalde Quintero. Por la sencilla razón de que Daniel Quintero es el origen y la causa de los problemas de la ciudad. Su principal mentira es venderse como el mesías, como el salvador, como el ángel exterminador de los males que, según él, nos aquejan hace 50 años.   

Pero su cadena de engaños se ha ido desatando eslabón a eslabón, hasta quedar al desnudo ante la opinión pública. 

Como anillo al dedo nos cae esta frase inmortal de Abraham Lincoln, político y abogado estadounidense que ejerció como decimosexto presidente de los Estados Unidos de América, desde el 4 de marzo de 1861 hasta su asesinato el 15 de abril de 1865: 

“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.  

Nos llegó la hora de salvar a Medellín y de cumplir una cita que será histórica por la ciudad, y el futuro de nuestros hijos. 

¡Daniel Quintero se tiene que ir!”, será el veredicto de las urnas.