22 marzo, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Medellín, mejor gerenciada que el país

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Gabriel Zapata

Por Gabriel Zapata Correa (Foto).

Si miramos detalladamente la gerencia que hace el alcalde Federico Gutiérrez de la ciudad, tenemos que reconocer que es muchísimo mejor que la gerencia que hace el presidente Gustavo Petro del país. En otras palabras, el alcalde Federico le ha dado ejemplo al presidente Petro de eficiencia, pronta ejecución y transparencia en el ejercicio de sus funciones.

Cuando llegó a la Alcaldía, el alcalde Federico barrió con todas las huellas de corrupción que dejó la administración anterior, y lo primero que hizo fue acompañarse de un equipo serio y, sobre todo, honesto que demuestra un indiscutible respeto por los dineros de los contribuyentes, tal cual lo prometió el alcalde en el desarrollo de su campaña.

En cambio, el presidente Petro no ha tenido escrúpulos para integrar a su equipo de trabajo a personajes con un dudoso pasado, cuestionados por su comportamiento ético y muchos con una carga de investigaciones impresionante. El presidente Petro lo hace inclusive para vengarse de sus enemigos políticos, sin importarle para nada el mal ejemplo que le está dando a sus mismos jóvenes electores que confiaron en su palabra empeñada de que iba a combatir la corrupción. Pero no. Petro se ha burlado de los valores éticos y de los principios del respeto por la cosa pública que tanto predicó. No le importa la ética porque no la practica. El alcalde de Medellín no solo combate la corrupción con todos sus esfuerzos, sino que da el ejemplo de palabra y acción.

La tarea que ha hecho en Medellín eficiente y transparente, le ha permitido recuperar la ciudad del desastre total como la encontró, en temas tan sensibles como la educación y la infraestructura de escuelas y colegios oficiales; el programa de Buen Comienzo que no solo ya está en plena marcha, sino que ha ampliado sus cupos para más niños que ya cuentan con alimentación sábados, domingos y días de fiesta; se recuperaron las zonas verdes y la ciudad ya no es un basurero completo como la dejó la administración anterior; el Hospital General volvió a certificar su calidad en la prestación de sus servicios, lo mismo que varios centros de salud de algunos barrios que estaban en lamentables condiciones. Y en materia de seguridad, la gente ya se siente tranquila por la sustancial reducción de atracos y robos. Y ya ofrece la tasa más baja en homicidios de los últimos años.

En el tema de la ejecución, el presidente Petro ha demostrado una total ineficiencia. Según datos oficiales, a tres días de finalizar el año, aún tiene en bancos 150 billones de pesos por ejecutar del presupuesto general de la nación. Algunos ministerios no llegan al 10% de su ejecución presupuestal. Y ni qué decir del oscuro panorama que le espera al Instituto Colombiano de Bienestar familiar y a los jóvenes universitarios que no podrán acceder a los créditos del Icetex, porque este gobierno los dejó colgados de la brocha.

Pero lo más importante es que la ciudadanía recuperó la confianza que se había perdido en la administración municipal, gracias a la gestión limpia y sincera de un alcalde que le juega a la transparencia y que no gobierna con odio ni sed de venganza.

Todo lo contrario a lo que viene haciendo el presidente Petro, cuya favorabilidad en promedio no pasa del 30%. En cambio, el alcalde Federico Gutiérrez es el mejor del país con un 73% de aceptación y reconocimiento, porque la gente cree y confía que la ciudad va por muy buen camino. Mientras que más del 70% de los colombianos creemos y pensamos que Petro lleva al país por muy mal camino. Pero a él no le importa para nada.

El presidente Petro les entregó los territorios a las mafias del narcotráfico y a las bandas criminales que siguen sacrificando a los ciudadanos más vulnerables, ante la presencia inactiva de una fuerza pública desmoralizada y desautorizada para actuar en defensa de la comunidad como lo ordena la Constitución.

Para cerrar este año, Medellín se sigue consolidando como la ciudad con menos desocupados en Colombia, según las mediciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

Para el trimestre septiembre – noviembre de 2024, el Distrito registró una tasa de desocupación de 6,8 %, mientras que con su Área Metropolitana la cifra alcanzó los 7,4 %, manteniéndose en el primer lugar a nivel nacional. O sea que en el trimestre septiembre – noviembre de 2024, la ciudad presentó una reducción inferior al promedio nacional, que es de 8,8 %.

En este periodo, 68.754 personas más se ocuparon en el Distrito, lo que significa que aporta el 68,6% de los 100.196 ocupados en el Área Metropolitana.

En el informe del Dane, a su vez, se presentan los indicadores de desocupación de otras ciudades colombianas: Bucaramanga, con 8,3 %; Manizales, 8,4 %; Bogotá, 8,5 %; Cali, 9,5 %; Pereira, 9,6 %; Cúcuta 10,9; y Barranquilla, 11,7 %.

Los datos son más contundentes y convincentes que los adjetivos y las percepciones. La gerencia que le sobra al alcalde Federico Gutiérrez, le falta al presidente Gustavo Petro, a quien Colombia le quedó muy grande. Por eso Medellín va mejor que el país.