28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Luis Alfredo Ramos, el Señor de la política

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa

La condena en primera instancia que le acaba de imponer la Corte Suprema de Justicia por parapolítica al exgobernador y exsenador, Luis Alfredo Ramos Botero, es un golpe a lo más profundo del alma de Antioquia, por lo que ha significado su huella de transparencia y honor en el ejercicio de la política en el Departamento, Medellín y el país. 

Su amplia trayectoria política y el gran balance administrativo que dejó como alcalde de Medellín, y como gobernador de Antioquia, gestiones por las cuales mereció los calificativos como el mejor del país, en cada una de épocas, demuestra la calidad y claridad de un hombre que jamás supo qué era meter las manos en el manejo de los recursos públicos. 

Por eso contrastó demasiado que, al término de su mandato como gobernador, su sucesor Sergio Fajardo hubiera anunciado el famoso y fracasado Libro Blanco, dizque para denunciar las supuestas irregularidades que encontró en la gestión de su antecesor Luis Alfredo Ramos. Pero como la justicia cojea, pero llega, es ahora el señor Fajardo, quien se enfrenta a la Fiscalía General de la Nación por su presunta participación en los delitos de peculado por apropiación en favor de terceros agravado y celebración de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, durante su gobernación, cacareada como la más transparente del país. Pero el tiempo es el mejor amigo de la verdad… 

Con el paso de los tiempos la imagen de Luis Alfredo Ramos fue creciendo como el señor de la política, por el respeto en las interrelaciones que no le ha generado resistencias en ningún sector político, la claridad siempre en la gestión pública como uno de los principales patrones de su comportamiento, y la vocación de servicio a la comunidad que ha sido el norte en toda su trayectoria política. 

Nació en Sonsón, Antioquia, en 1948. Estudió derecho en la Universidad de Medellín y desde los 22 años inició una larga trayectoria política en el Partido Conservador. 

En el partido azul fue miembro del llamado unionismo, que bajo su liderazgo se convirtió en el Equipo Colombia debido a los roces con la facción del conservatismo antioqueño que lideraba Fabio Valencia Cossio. Desde el 2009, cuando la alianza entre los movimientos Alas y Equipo Colombia se disolvió, Ramos se reincorporó junto con su movimiento al Partido Conservador. 

Empezó su carrera bajo la tutela de Ignacio Vélez Escobar y luego fue cercano al excongresista Luis Emilio Monsalve, fundadores del unionismo en los años ochentas y quienes comulgaban con las doctrinas del ospinismo, el ala más de centro del Partido Conservador.  

Ramos fue concejal de Sonsón, diputado a la Asamblea de Antioquia, Contralor de Antioquia, secretario de Hacienda de Medellín y representante a la Cámara. 

Fue elegido senador en 1990, ya como cabeza del unionismo, en parte por el retiro de Ignacio Vélez Escobar de la política. 

En 1991 se lanzó a la alcaldía de Medellín. Ganó las elecciones con el apoyo de casi todos los grupos conservadores antioqueños, de varios sectores liberales como el de César Pérez García y el de Álvaro Uribe Vélez, y con los de la AD M-19, Esperanza, Paz y Libertad y el movimiento indígena de Francisco Rojas Birry.  

Después de salir de la Alcaldía, con muy buena imagen y como el mejor alcalde del país, en diciembre de 1995 Ernesto Samper lo nombró ministro de Comercio Exterior.  

Ramos mantuvo su poder en Antioquia, al poner a su candidato, Alberto Builes, en la Gobernación, y quedarse con cuatro diputados y cinco concejales en Medellín. 

Posteriormente Andrés Pastrana lo nombró embajador ante la OEA, donde estuvo hasta 2001, cuando regresó para volver a la política electoral.  

Se lanzó al Senado y en 2002 obtuvo la más alta votación del país, con lo que logró que yo, que era su segundo renglón, saliera también elegido. Posteriormente Ramos fue un importante apoyo para Álvaro Uribe en Antioquia, y lo respaldó tanto en su primera elección como en su reelección en 2006. 

En 2007 llegó a la gobernación de Antioquia por el Movimiento Alas Equipo Colombia, una alianza que se formó en 2006 entre el movimiento de Ramos y Alas, de origen liberal.  

Luis Alfredo Ramos es conocido por su capacidad de negociación y de conciliación. Es un hombre de paz, calmado y discreto para tomar decisiones. Sus amigos lo respetamos como un hombre decente, un amigo leal que ha hecho de su vida un escenario de servicio desinteresado a la comunidad, y sobre todo sin mancha. 

Quienes tenemos el orgullo y la satisfacción de haber hecho política a su lado, y conocer a su querida familia, sabemos la categoría de Luis Alfredo Ramos y de su señoría. Y por eso confiamos ciegamente en esta frase que lanzó cuando conoció la decisión de la Corte Suprema: 

“Estuve injustamente privado de mi libertad por tres años y tres meses. Por mi esposa María Eugenia, mis dos hijos, mis cinco nietos, seguiré dando esta batalla contra esta infamia hasta el último día de mi vida”, dijo.  

La verdad que Luis Alfredo, el Señor de la política, se merece la verdadera justicia.