29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Los retos del 2020

Gabriel zapata

@IvanDuque

Por Gabriel Zapata Correa

Es como por naturaleza que a comienzos de cada año renace toda clase de esperanzas, alrededor de nuevos propósitos a nivel nacional, regional y local.

El presidente Iván Duque despidió el 2019 y saludó el 2020 con un mensaje de elevado optimismo, y con toda la razón, pues los indicadores de su Gobierno lo favorecen en todos los aspectos, pese al talante siempre negativo de sus opositores, o de quienes no han querido respaldarlo.

El presidente Duque sabe que tiene que enfrentar el tema de las manifestaciones y de las marchas, respaldadas en un pliego de 104 puntos, en los cuales hay de todo como en botica.

Es obvio que el Gobierno estará enfrentado a unas negociaciones tan difíciles como prolongadas, por el nivel de las exigencias, y porque hay unos temas que por ley no son competencia del mismo Gobierno.

La gran incógnita es y será siempre el desenlace de estas manifestaciones, con seguridad incierto,  especialmente por la infiltración exógena de los agentes de la violencia, que siempre quieren pescar en rio revuelto.

Es natural que en este nivel de las cosas, la paz social está aún en veremos. Pero hay que reconocer que el presidente ha venido trabajando en la paz política.

Como dicen los analistas, “si el Gobierno mueve bien sus fichas y logra concretar unos acuerdos, 2020 podría convertirse en el año de gracia que hasta ahora el presidente no ha tenido”.

En el Gobierno hay conciencia que para este año que comienza están pendientes temas tan importantes como la reforma a la justicia, la reforma política, la pensional y la laboral. Y también saben que la única forma de conseguir que estas iniciativas tengan futuro es llamando a los partidos a formar parte del Gobierno para garantizar las mayorías.

Ya se conoció que el presidente Iván Duque, a través de voceros serios y calificados ha iniciado contactos con los líderes de los partidos para dar pasos en esa dirección, con Germán Vargas, César Gaviria, Aurelio Iragorri y los líderes de otras colectividades con las cuales hoy no cuenta.

En Bogotá en los círculos políticos se escuchan rumores de una crisis ministerial a principios del año para darle un revolcón al equipo de gobierno y poner al frente de los ministerios a figuras relevantes de los partidos.

Otro analista dijo que “con esa estrategia, más la elaboración de acuerdos programáticos con Cambio Radical, los liberales y La U, el presidente podría labrar el terreno para que 2020 se convierta en un año con más resultados y menos dolores de cabeza que el que termina”.

Como dice un analista de Semana “si esto se materializa, seguramente se acrecentarían las divisiones internas en el Centro Democrático, pues en esa colectividad hay un sector importante que aún no se baja de la idea de cambiar los acuerdos de paz, y que considera que el equipo de gobierno de Duque debe ser de la entraña del partido que lo eligió”.

Ese será un riesgo que el jefe de Estado tendrá que correr a la hora de decidir si quiere un Gobierno con el Congreso bloqueado, o uno con mayorías parlamentarias, así como un partido de gobierno que no está del todo conforme con el Presidente.

Con un ambiente político más tranquilo, el presidente Iván Duque podrá entonces afrontar otros problemas como la seguridad, el desempleo, el desmantelamiento de las bandas criminales, la protección de los líderes sociales, entre otros.

Y a nivel regional y local, hay que aceptar que los nuevos gobernantes, Aníbal Gaviria y Daniel Quintero han enviado un buen mensaje a sus respectivas comunidades al anunciar que van a trabajar unidos para que les vaya bien Antioquia y Medellín, en temas tan complejos como el desempleo, la seguridad, la equidad social, y enfatizaron en que tienen el objetivo o común de sacar adelante a Hidroituango, un proyecto que consideran vital para el desarrollo del país, de Antioquia y de Medellí, al igual que la innovación y el emprendimiento.

Estos aspectos de las agendas de ambos mandatarios  se cruzan y en consecuencia los pueden trabajar de la mano, tal cual lo anunciaron en sus discursos de posesión.

De manera que los retos del 2020 están claros y los mandatarios tienen definidas sus agendas, para ofrecer los resultados que todos quedamos esperando.