13 mayo, 2025

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Vistazo a los hechos: Las decisiones sospechosas de Petro

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Gabriel Zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

El presidente Petro anunció la suspensión temporal de operaciones ofensivas y especiales por parte de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional contra bloques del Estado Mayor Central de las Farc.

Esta determinación del mandatario ha despertado toda clase de reacciones y, desde luego, hasta sospechas. Porque nadie se explica que después de la serie de atentados contra la población civil, el presidente decida suspender la persecución militar de estos criminales, como si se tratara de proteger a los terroristas que tienen sometidas estas poblaciones a sangre y fuego. Como si el presidente no sintiera en el alma y el corazón la sangre derramada por nuestros soldados y policías, ni el sufrimiento de la población civil.

Miren el balance de lo ocurrido este jueves en La Plata, Huila: Se confirmó que tres personas fueron trasladadas a Neiva, donde se encuentran estables pese a la gravedad de sus heridas; cuatro permanecen hospitalizadas en La Plata y 17 más ya fueron dadas de alta. Sin embargo, el gobernador Rodrigo Villalba recalcó que el número de afectados puede ser mayor, ya que existen personas lesionadas que no acudieron a centros asistenciales. En total, se estima que al menos 33 personas, entre ellas niños, mujeres y adultos mayores, fueron víctimas directas del atentado.

Por eso nos parece muy acertada la reacción del alcalde Fico Gutiérrez: “Incomprensible y absurdo que mientras las disidencias Farc asesinan a los Colombianos, Petro firme la suspensión de operaciones militares en contra de ellos.

“No podemos estar en un peor escenario. Es un insulto.

“Tiene maniatada a nuestra fuerza pública”.

Y en la misma línea se pronunció el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón: “La supuesta suspensión del cese al fuego del gobierno @petrogustavo con la estructura criminal de alias Calarcá: un globo peligroso y engañoso”.

No hay claridad en las explicaciones de Petro para tomar esta decisión: “Las mal llamadas disidencias están divididas. Los frentes que quieren dialogar y los frentes que sabotean la paz. A estos últimos les hemos propinado serias derrotas. Sus frentes en la Amazonía están siendo desmantelados y alias Iván Mordisco huye”, explicó el presidente.

“Los frentes saboteadores de la paz, en el Cauca, han perdido su principal zona económica: el Micay, por eso pasan al terrorismo poniendo bombas a la población civil en La Plata”. ¿Y si no hay proceso de diálogo con estas bandas de criminales de traquetos, por qué ordena desactivar las acciones de la fuerza pública? ¿No es una actitud de protección? ¿No es una incoherencia?

Esto nos recuerda cuando el presidente Petro puso en su cuenta de X la ubicación de un campamento del ELN en El Catatumbo, el 3 de febrero, mientras el Ejército adelantaba operaciones contra estos terroristas.

En dicho trino, se limitó a compartir un “pantallazo” de un mapa de lo que sería la zona rural de Tibú, Norte de Santander. Específicamente, se trataba de la vereda Puerto Barracas. En la imagen se mostraba el caserío y, algunos metros más adelante, habría un punto en dicho mapa en el que decía ELN.

La imagen no estaba acompañada de ningún mensaje o referencia alguna que diera claridad sobre su sentido. Fuentes del Ejército le confirmaron a EL TIEMPO que se trataba de apartes de un informe de las operaciones y que su divulgación causó molestia al interior de las fuerzas militares.

Ese mismo día la senadora María Fernanda Cabal reaccionó de inmediato con este mensaje: “¡Es más que evidente de qué lado está! Esto que ha hecho revelando información de seguridad nacional en favor de los terroristas del ELN es la muestra más clara de su agenda”.

Pero hay que anotar que sin explicación alguna, cuando saltaron las reacciones por esta imprudente revelación, el mandatario borró el mensaje sospechoso. Es lo mismo de ahora: ¿Por qué no persigue a estos asesinos, si se lo ordena la Constitución que él juró respetar cuando asumió el mando del país?

Estas decisiones altamente sospechosas del presidente siembran más incertidumbre entre los colombianos, porque no sabemos para dónde nos llevan, en momentos en que crecen los secuestros en todo el país, arrecian los ataques terroristas contra la fuerza pública y ya directamente contra la población civil en forma indiscriminada.

Definitivamente nos falta presidente.