Vistazo a los hechos: La ONU debe respetar a Colombia

@IvanDuque

Por Gabriel Zapata Correa 

Nadie niega la importancia de un organismo multilateral como la ONU, y los alcances de sus informes, especialmente los relacionados con los derechos humanos que expide la Alta Comisionada de esa entidad. Pero de ahí a que se atreva a inmiscuirse en los asuntos internos de nuestro país, es un paso que todos debemos rechazar.

Por eso respaldamos la dura respuesta que el presidente Duque le acaba de dar al informe de la ONU sobre el cuerpo antidisturbios de la Policía, Esmad, para controlar las actuaciones de los vándalos y encapuchados, que ese organismo denomina como “protestas sociales”. La petición de la ONU al Gobierno, para que el Esmad pase de la Policía al Ministerio del Interior para “fortalecer la capacidad institucional”, fue calificada por el presidente Iván Duque como una intromisión en la soberanía del país.

El informe anual de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos sobre la situación de Colombia, en el cual hizo algunos comentarios relacionados con el manejo de la Policía y del escuadrón antidisturbios Esmad, del cual dijo que debe tener una «profunda transformación», produjo diversas reacciones en el alto Gobierno.

Frente a este estudio, el jefe de Estado aseguró el jueves que reconoce que este tipo de documentos merece un análisis «con mucha serenidad», pero que le preocupan las «imprecisiones» y que «no se diga la verdad» en algunos de los aspectos a los cuales se refiere.
“Respetando el carácter multilateral que tiene la organización, me parece también que es una intromisión en la soberanía de un país cuando dice que la Policía debe pasar al Ministerio del Interior”, dijo el presidente.

El mandatario fue enfático al afirmar que el manejo del Ejército, de las Fuerzas Armadas y del Esmad es un debate que se debe dar entre las autoridades colombianas legítimamente constituidas.

Y de paso le reclamó a ese organismo su silencio frente a la violación de los derechos humanos en el país:
“Además, me parece preocupante que poco se diga sobre las violaciones constantes a los derechos humanos por parte de grupos armados organizados como el ELN, como Los Residuales, como el Clan del Golfo, como Los Pelusos. Eso también ha debido quedar consignado ahí».

El presidente también reclamó que este informe no destaque el esfuerzo que ha hecho el país en el plan de acción para enfrentar las amenazas y ataques a los líderes sociales. «Además, hemos habilitado una coordinación institucional para que tengamos mecanismos de alertas tempranas en los territorios», manifestó.

«Todo esto nos lleva a nosotros decir que no puede haber sesgos y nosotros estaremos, en el escenario que nos corresponde, en el Consejo de Derechos Humanos (ONU), elevando la voz del gobierno colombiano como lo hemos hecho siempre: con evidencia y con contundencia «, indicó el mandatario.

Duque dijo que el gobierno ya está preocupado por «las imprecisiones» que contiene en lo relacionado con la atención a los excombatienes de las Farc en su proceso de reincorporación a la vida civil.

“Me preocupa que no se diga la verdad sobre avances tan importantes como el de los Planes de Desarrollo con Enfóque Territorial, PDET”, afirmó.

«Estamos acercándonos a más de 680 obras PDETs y vamos a llegar a las 700 muy pronto. Hemos activado las obras y hemos activado la participación de las comunidades. Se ha hecho una formalización de tierras que puede superar las 300 mil hectáreas y, adicionalmente, se han incluido más de 600 mil hectáreas en el banco de tierras. Nada de eso se dice, pero se descalifica el trabajo de los PDTS», puntualizó el mandatario.

El Presidente también ratificó que como corresponde, Colombia responderá formalmente en el Consejo de Derechos Humanos «elevando la voz del gobierno colombiano, como lo hemos hecho siempre, con evidencia y con contundencia».
En la misma línea se pronunció el ministro dela Defensa, Carlos Holmes Trujillo García, en defensa de la soberanía del país.

La ONU es un organismo muy importante, pero sus informes serían más serios y más respetables si fueran equilibrados, no solo reconociendo los esfuerzos del país, sino descalificando y condenando las acciones de los grupos al margen de la ley en la violación de los derechos humanos.