18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Histórico día de madres; el toque amargo de la Alcaldía

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa

Por primera vez en la historia de Colombia, los colombianos nos vemos obligados por la fuerza de la emergencia sanitaria, provocada por la pandemia del coronavirus, a celebrar el Día de las Madres en confinamiento obligatorio preventivo, lo que se ha denominado la cuarentena.

En atención a que muchos ciudadanos, por la misma cuarentena, no podían acogerse a una fecha unitaria, hoy domingo, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal Sanclemente, con el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, la Andi y otros gremios, acordaron que se festejara esta  tradicional y afectuosa fecha en el día de hoy, pero a su vez definieron que se hará otra celebración en el segundo semestre del presente año.

O sea que las madres tendrán celebración por partida  doble.

Fenalco, gremio de los comerciantes, indicó que el Gobierno Nacional le dio vía libre a que las madres colombianas tengan dos conmemoraciones en este 2020.

Es muy posible que una decisión similar se tome con el Día del Padre que se celebra en el mes de junio.

Según el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Canal Sanclemente “es importante que los colombianos puedan celebrar en familia después del confinamiento obligatorio y que el comercio, a su vez, haya tenido la oportunidad de reactivarse y reabastecerse de su cadena productiva”.

El Día de la Madre es una de las celebraciones más importantes para los colombianos y una de las fechas de mayor actividad comercial.

Según las cuentas de Fenalco, el 97% de los colombianos celebra esta fecha y en promedio gasta entre $100.000 y $200.000 en obsequios, que mayoritariamente son ropa, calzado, accesorios y bonos de regalo.

“Esta iniciativa que determinó el Ministerio nos da la posibilidad de tener dos escenarios diferentes para celebrar a las madres. Es nuestro compromiso, el de todo el comercio organizado y el del sector de la gastronomía apoyar estas dos fechas y acompañar a las familias colombianas”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio.

Y según datos de la misma federación de comerciantes, las pérdidas diarias en el comercio, tan solo en Medellín, son de $45.000 millones de pesos diarios. ¿Pero cuánto están perdiendo los restaurantes?

La pregunta viene a cuento porque los dueños de los restaurantes tenían la esperanza de reivindicarse algo con el día de la madre. Pero las decisiones inconsultas de la administración municipal les echaron por tierra estas aspiraciones.

“La alcaldía les dio la espaldas a las madres en su día, y sin sensibilidad alguna por los comerciantes que han perdido tanta plata, no tuvo la capacidad para flexibilizar el toque de queda”, dijo un comerciante.

Otro comentó que “el alcalde no tiene por qué consultar sus decisiones, pero le hubiéramos recomendado que el toque de queda comenzara a las 9 o 10 de la  noche… Pero por esa terquedad perdimos al menos unos 10.000 millones”.

Si el alcalde pretendía con esta decisión que la gente no saliera a las calles, no había necesidad de implementarla, porque los registros de la pandemia en Medellín están bajos es debido a la disciplina de la comunidad, y a que la gente ha adoptado con fidelidad los protocolos de salud impartidos por el presidente Iván Duque y el mismo gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, quienes sin protagonismo alguno han tomado las decisiones ajustadas a las necesidades. Los resultados están a la vista.

Vale recordarle a la administración municipal que no existe esa dicotomía entre la salud y la economía, tal cual lo h dicho el mismo presidente de la República Iván Duque. Más bien sin economía no hay salud.

En una coyuntura de estas, cuando todo mundo está perdiendo plata y se encuentran en riesgo de perderse decenas de miles de empleos, se conoce la capacidad de un mandatario para tomar decisiones magnánimas y equilibradas, que aporten en esta difícil situación y que perjudiquen lo menos posible.

Desafortunadamente este es el saborcito amargo que le queda a la celebración del Día de las Madres.