Vistazo a los hechos: Hay que fortalecer a la clase media

Por Gabriel Zapata Correa

Sin lugar a dudas uno de los dilemas que plantea la emergencia sanitaria, social y económica generada por el coronavirus, es el presente y el futuro de la clase media, considerada en todo el mundo como el motor de la economía.

Obviamente en Colombia la clase media no es la excepción. Es la que paga pensiones en colegios, matrículas en universidades, mueve los supermercados, el sector de la vivienda, y ni se diga todo lo que tiene que ver con la franja de confecciones y vestidos.

Según cifras del Departamento Nacional de Planeación, alrededor de 18,4 millones de colombianos se ubican en la franja de clase media emergente y 14,2 millones en la clase media consolidada, con ingresos que oscilan entre 345.000 y 1’000.000 de pesos mensuales, rango dentro del cual se ubica casi el 69,8% de la población colombiana.

Por eso es importante siempre considerar el monto que destina el Gobierno para consolidar a la clase media que tanto dinamiza la economía del país.

Si fortalecemos la clase media, el sector productivo se verá beneficiado por el surgimiento de una sociedad que mejora su calidad de vida, un círculo virtuoso de bienestar económico y social. De ahí la importancia de trabajar por un país con menos pobres y más clase media, porque esta es a la postre la que mueve la economía a todos los niveles.

La gran preocupación es que la clase media, ubicada en los estratos 4 y 5, es la que más está en riesgo con la actual crisis. Y los más de 5 millones de empleos perdidos en la actual coyuntura agravan mucho más la crisis socioeconómica y obviamente está afectando a la clase media. Y como consecuencia lógica es la que se reciente más por la reducción casi total de sus ingresos y abre más la brecha de la desigualdad de ingresos y de riqueza, y la precariedad laboral.

No puede permitir el Gobierno que la clase media sea cada días más pequeña, y peor aún en las actuales circunstancias, que llevaría a que esta tendencia se prolongue en el tiempo.

Jonathan Fisher, David Johnson, Timothy Smeeding y Jeffrey Thompson, investigadores de la Reserva Federal de Boston, concluyen que «Muchos hogares de clase media se enfrentan al riesgo considerable de convertirse en clase baja… este riesgo se ha incrementado en las dos últimas décadas en muchos países. Al mismo tiempo, los hogares más ricos pero todavía dentro de la clase media se enfrentan hoy a menores peligros. Esto deja entrever el riesgo de que la propia clase media se fracture, entre ingresos medios bajos e ingresos medios altos».

Y la única forma de fortalecer la clase media es protegiendo los ingresos, y los ingresos se fortalecen protegiendo el sector productivo pero con celeridad.

Bruce Mac Master, el presidente de la Andi, se preguntó hace algunas semanas en el diario El Tiempo que “¿qué debe hacer un país como Colombia? Las empresas son, ante todo, el principal vehículo para generar desarrollo social. El empleo, los productos y servicios, el pago de impuestos son quizás la principal expresión de su función social y de generación de bienestar en la sociedad.

“Si se nos caen las empresas, en cualquier sector, se nos cae la capacidad de generar empleo; la consecuencia será enfrentarnos, con aparatos productivos de hace 20 o 30 años, a las necesidades actuales y futuras de 50 millones de habitantes. Tenemos que defender nuestro tejido empresarial con gran decisión.

“La producción nacional de bienes y servicios debe estar muy alto en las prioridades de la agenda económica y política. La capacidad del Estado para proteger empleos es limitada. Estructuralmente, lo único que defiende el empleo es la defensa del aparato productivo nacional, explica Mac Master.

Y agregamos nosotros se dinamiza así la clase media para que continúe moviendo la economía del país, en campos como como la educación, sanidad e infraestructuras, de las que se vería beneficiada la mayor parte de esta amenazada población.

El Gobierno tiene la palabra.