18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El ridículo de las cortes con alias “Santrich” @AlvaroUribeVel @IvanDuque

 

Por Gabriel Zapata Correa* (foto)

¿Cuál fue el papel de la JEP, del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia en el proceso de la liberación y posterior desaparición de alias “Jesús Santrich”?

Aunque cada uno de estos organismos del Estado se lave las manos a su estilo, y se las juague con la maraña de argumentos jurídicos que el común de la ciudadanía no entiende, los tres jugaron un papel protagónico muy difícil de explicar, frente a una fuga que estaba anunciada… Una fuga o desaparición, como se le llame, que por lo visto solo estas cortes no se la imaginaron jamás. ¿O se hicieron las invidentes como el desaparecido?

Seamos reales y claros. El ciudadano de a pie no entiende los intríngulis jurídicos de las altas cortes. Y frente a las pruebas contundentes de la participación de este mafioso narcotraficante en un complot para ingresar a Estados Unidos 10 toneladas de cocaína, de las más alta pureza, cualquier pensante desprevenido coincide con la gente de la calle: le allanaron el camino para que se fugara. Una interpretación sencilla, una conclusión irrefutable que deja a la justicia colombiana por el suelo a nivel nacional e internacional.

¿Y por qué? Porque la JEP ordenó su libertad, debido a que no le satisficieron las pruebas enviadas por Estados Unidos. ¡Increíble! El país se quedó perplejo con esa decisión. Nadie lo podía creer.

Porque el Consejo de Estado acomodó su interpretación del fallo sobre un fuero que alias “Santricht“ no tuvo nunca. Una cosa es que el exguerrillero tuviera carácter de parlamentario, y otra que adquiriera su fuero. Alias “Santrich” nunca se posesionó, luego no era congresista en ejercicio.

Y para completar este desastroso panorama, la Corte Suprema de Justicia lo citó a indagatoria con 15 días de anticipación para este próximo 9 de julio.

Alias “Santrich” debería presentarse para dar las explicaciones correspondientes sobre este proceso y, luego de ello, la Sala tendría un plazo de cinco días para definir su situación jurídica. Es decir, si le imponía una medida restrictiva de la libertad o no.

Alias “Santrich” es investigado por los delitos de concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado.

Tradicionalmente ha sucedido con todos los mortales  de este país que la Corte Suprema de Justicia llama a indagatoria, que días antes de manera sorpresiva manda a la Fiscalía a que los detenga, para evitar que se vayan a fugar.

En este marco descriptivo de lo que sucedió con alias “Santrich”, tiene razón el ciudadano de a pie en pensar que entre la JEP, el Consejo de Estados y la Corte Suprema de Justicia prepararon todo el entramado para facilitar la fuga del mafioso narcotraficante, ahora nuevamente cabecilla de las Farc, quien seguramente ya se encuentra en Venezuela disfrutando de su buena vida al lado de los alias “Iván Márquez”, “el paisa” y “Romaña”, con los criminales del ELN, porque siempre han permanecido a la misma ralea del narcotráfico.

Es obvio que la desaparición o fuga del ex dirigente de las Farc alias “Jesús Santrich” mina la credibilidad de la Corte Suprema, el Consejo de Estado y de la JEP y supone un duro golpe al proceso de reinserción de los miembros de esta guerrilla a la sociedad.

Si este flamante congresista de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común no se presenta el próximo martes 9 de julio a la audiencia en la Corte Suprema de Justicia, el mafioso narcotraficante les dará toda la razón a quienes hemos criticado la decisión de no haberlo puesto entre rejas, pese a las pruebas que  existen en su contra y al evidente riesgo de que se fugara.

El paradero de alias “Santrich” se desconoce desde la  noche del domingo cuando despidió a sus escoltas. Se hallaba en la zona de reinserción de Tierra Grata, departamento del Cesar, área muy cercana a la frontera con Venezuela.

Según la Unidad Nacional de Protección, en una nota manuscrita, el ahora nuevo cabecilla informaba a sus guardaespaldas que visitaría a un hijo que reside en Valledupar, pero nunca llegó.

El presidente Iván Duque dijo: «Ver a una persona con semejantes características abandonar su esquema de seguridad (…) sólo muestra su deseo de eludir la justicia». Y la Misión de Verificación de la ONU, responsable del seguimiento del proceso de reincorporación de los ex guerrilleros, también dijo que «exhorta a “Santrich” a que se presente y cumpla con sus obligaciones, incluyendo la citación a indagatoria de la Corte Suprema de Justicia».

El consejero presidencial para la Estabilización, Emilio Archila, recordó que alias “Santrich” “no tiene restricción de movilidad en el país y que son los magistrados los responsables de su suerte puesto que el Gobierno carece de competencia”. Eso quiere decir que si el hombre tuviera el deseo de salir de Colombia, solo tendría que haberlo notificado a la JEP. Y por lo visto no lo hizo.

Como se ve este culebrón de alias “Santrich” terminó como todo mundo lo esperaba, menos las altas cortes. ¿O habrá algún ingenuo aún, que espere ver a “Santrich” subiendo las escalas de la Corte Suprema el próximo martes?

  • Exsenador de la República