28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El presidente Duque le va a entregar el gobierno a Petro

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa  

Nadie puede presumir que el presidente Duque tiene toda la intención de amargarles la vida a los colombianos con su reforma tributaria, que para dosificar el golpe sicológico y político la han bautizado con el rimbombante nombre de ‘Ley de Solidaridad Sostenible’. 

Pero la verdad es que la esencia de esta reforma fiscal es tan fuerte contra la clase trabajadora, la clase media y el sector productivo, que no hay antecedentes en este tema, que antes de ser radicada una propuesta de estas, ya tuviera el país encima. 

La verdad, es que hay que decir que hasta hace dos semanas los dirigentes de los partidos políticos y los congresistas habían mantenido un silencio hasta sospechoso, tal vez esperando las reacciones de los líderes sociales en las redes. Y tan solo cuando comenzaron a regarse como virus las reales amenazas de castigar en las urnas a los congresistas que le den el visto bueno a la reforma, corrieron los directores de los partidos, Liberal, César Gaviria y la U, Dilliam Francisca Toro a unir sus voces, aunque valga decir que Vargas Lleras ya se había manifestado en su columna del diario El Tiempo. 

El oportunismo político en esta coyuntura, por el desespero de millones de colombianos sumidos en la pobreza como consecuencia del Covid-19, el desempleo galopante que cada día aumenta en todos los rincones del país y la insoportable lentitud del gobierno en el plan nacional de vacunación, no podía ser peor caldo de cultivo para incrementar el descontento total que se reflejará con toda seguridad, y de qué manera, en el paro nacional del próximo 28 de abril. 

Una de las principales críticas que le hacen al gobierno es que no socializó con todo el tiempo posible este proyecto como debía hacerlo, no solo con los jefes de los partidos políticos, sino con los gremios de la productividad y no atendió, por ejemplo, las sugerencias nada desdeñables de la Andi, por ejemplo. El Gobierno dejó crecer la nube del descontento y la dejó convertir en un amago de tempestad, que ha obligado a que muchos industriales estén pensando en sacar el dinero del país, por el contexto político que está generando otra clase de angustias, como la amenaza de Petro. 

La última encuesta de Ivamer aterrizó a todo mundo, en lo que estaba esperando: la reacción reflejada de la ciudadanía en la figura del controvertido Gustavo Petro, y quien en la foto de Invamer gana en todos los estratos, en todas las edades y en todos los rincones de Colombia. 

A Duque le llueven todas las críticas y el pueblo ata todos los cabos sueltos, con esta conclusión: el presidente Duque no solo le está pavimentando la autopista a Petro hacia la Presidencia, sino que está haciendo todo lo posible por entregarle el gobierno al dirigente de Colombia Humana. 

Sin embargo, Duque insiste y persiste en su propuesta. Pese a que la propuesta es impopular, el gobierno presiona en todos los frentes del legislativo, porque le urge que el ajuste fiscal pase sin mayor turbulencia por el Capitolio.  

El mandatario insiste en que, pese a la impopularidad, es necesario apoyar el reordenamiento impositivo y resalta que se trata de un momento “donde se necesita grandeza; una discusión de país, de modelo de país”. 

Y por eso recuerda que se trata de un esfuerzo que pretende suplir gastos que con la actual norma no se podrían recaudar y que, a su vez, se podrán mantener los subsidios que se les están concediendo a varios sectores de la población.  

Esta es “la oportunidad de lograr ese doble propósito: la protección de los más vulnerables y la estabilización de las finanzas públicas de Colombia. Este es un momento donde se necesita grandeza”, dice.  

Duque también afirmó que postergar la reforma tributaria sería “jugar ruleta con el destino de una economía… Jamás le dejaré a ningún gobierno enquistada una bomba de tiempo. Hoy nosotros tenemos la posibilidad de hacer una reforma que es transformadora social y sostenible”, dijo. 

Sin embargo, el panorama del Gobierno en el legislativo es completamente oscuro. Porque al igual que los analistas, todo mundo coincide en que la reforma golpea a la clase media, el sueldo de los trabajadores y castiga a los estratos 4, 5 y 6 con el IVA del 19% a los servicios públicos, aparte de atropellar los derechos adquiridos en las pensiones y golpear al sector productivo en lugar de estimularlo para que genere empleo. La pobreza no se reduce regalándole auxilios al pueblo, sino poniéndolo a trabajar. 

Y mientras el ministro Palacios trata de sumar aliados en el legislativo, el descontento popular aumenta en las calles, y en el concepto a favor de alguien que encarna la mayor oposición en esta coyuntura histórica: Gustavo Petro.