28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: el país sin rumbo 

Gabriel zapata


Por Gabriel Zapata Correa

Estábamos pensando que al gobierno del presidente candidato Gustavo Petro le estaban faltando semanas para asentarse, y comenzar a demostrar que sí estaba preparado para asumir las riendas del país. 

Pero tenemos que decir, sin temor a equivocarnos, que el gobierno sigue en campaña, y con unas improvisaciones en algunos temas que nos dejan pasmados, como el caso de anunciar la reapertura de los mataderos municipales para abaratar el precio de la carne. Pero fue tan intempestivo como improvisado dicho anuncio, que esa propuesta murió pocas horas después y nunca más se volvió a hablar de ella. Es apenas un ejemplo. 

Pero en el país hay otros temas que generan demasiada incertidumbre, después de la aprobación de la reforma tributaria más alcabalera en la historia del país, para la cual contó con el respaldo incondicional de los partidos que doblaron la cerviz a cambio de la mermelada burocrática, como el Liberal, el Conservador y la U. 

Basta escuchar los análisis de los expertos sobre los efectos de la Petrotributaria en Ecopetrol y en las empresas del ramo, cuya tributación puede llegar al 80%, la más alta que se tenga registro en el mundo. Por lo cual algunas empresas han anunciado que frenan de una vez sus inversiones en el país, a la espera de cómo pinta el panorama en el 2023, cuyas predicciones económicas no son las más optimistas. 

La inestabilidad del dólar sigue produciendo muchas preocupaciones, debido a que algunos de los ministros continúan en campaña soltando declaraciones sin discreción alguna, como la ministra Irene Vélez, la hija de Hildebrando, uno de los mejores amigos del presidente candidato Gustavo Petro. Pues no han bastado los esfuerzos del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, para imponer un ambiente de discreción en el gabinete ministerial, inclusive sobre otros dos temas muy delicados y sensibles como las reformas laboral y pensional. 

No ha podido el gobierno del presidente candidato lograr que sea una voz la oficial para tocar determinados asuntos, y evitar tantas especulaciones que aún mantienen nerviosos a los mercados nacionales e internacionales.   

Este mercado persa de declaraciones, refleja la imagen de un gobierno que no sabe para dónde va, ni envía mensajes de tranquilidad sobre quién tiene las riendas del mando. 

Pero hay otro punto mucho más delicado: el orden público. 

De acuerdo a conversaciones que he tenido con algunos altos oficiales de las Fuerzas Armadas, no han podido entender al ministro de la Defensa Iván Velásquez, ni cuál es la línea frente a determinados grupos generadores de la violencia en diferentes zonas del país, que tienen voceros en las negociaciones de paz en Caracas. Sobre este aspecto en distintos estamentos de la sociedad se formulan varias preguntas que reflejan la incertidumbre sobre la seguridad nacional: ¿Qué hace el ministro de la Defensa? ¿Dónde está el ministro? ¿Quién responde por lo que viene sucediendo en diferentes zonas del país? 

La preocupación es creciente, porque la semana pasada un grupo criminal, que no ha sido identificado ni por los servicios de inteligencia, incineró siete tractomulas en la vía Ocaña-Cúcuta. Esta es la hora que nadie lo sabe. Y varios días antes, se enfrentaron dos bandas criminales en el Putumayo por el control de las rutas de la coca, con el saldo de 18 personas puertas.  

Raro, muy raro que no hubiera aparecido el ministro de Defensa, Iván Velásquez, a dar una sola opinión sobre estos dos casos inaceptables y graves que afectan directamente el orden público, y siembran entre la ciudadanía una sensación de inseguridad y de desprotección como no se habían vivido antes en el país. Al ministro que habla tanto sobre la vida, no le importó para nada esta volquetada de muertos. 

Y para terminar la semana, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo nos dañó la alegría del Mundial de Qatar, con el anuncio que se vienen dos nuevas reformas tributarias el año próximo para los departamentos y municipios. ¿Cuál es el marco conceptual? No lo sabemos, como estamos seguros que los colombianos no soportamos más cargas impositivas. 

El presidente candidato aún no tiene las riendas del mando. Sus discursos siguen llenos de frases de campaña y la sensación general es que no sabemos para dónde nos lleva esta izquierda recalcitrante que sigue polarizando y dividiendo para reinar.  

Esa es la gran verdad: el país va sin rumbo porque no tiene timonel.