17 mayo, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El gobierno de Petro se desfondó

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Por Gabriel Zapata Correa (foto)

Es la primera vez en la historia de Colombia que un presidente y su Gobierno, en tan solo diez meses de gestión, bajan a unos niveles excepcionales y sorprendentes de aprobación, inclusive en zonas donde el mandatario ha tenido su fortín político, como Bogotá, que lo hizo su alcalde y donde la votación fue clave para llevarlo a la Casa de Nariño. ¿No es mucho decir?

Ni por regionalismo ni por sectarismo hay que tomar esta encuesta de Invamer con mucha rigurosidad y seriedad, realizada con 1.200 colombianos consultados entre el 26 y 29 de mayo de 2023. Porque si al presidente Petro y a su Gobierno le está yendo tan mal, quiere decir que los colombianos realmente la estamos pasando muy mal. Y decir la verdad no quiere decir que le estemos apostando a un fracaso del presidente Petro y de su Gobierno. Pero realmente no podemos ocultar lo que pensamos más del 78% de los colombianos: que el país sí está cambiando, pero para empeorar.

Hay que decir que es importante esta encuesta porque revela que más del 60% de los colombianos no está de acuerdo con las reformas que quiere sacar adelante el presidente Petro. Para que el mandatario y su gabinete, ideologizados y activistas que aún parecen en campaña, entren en razón que es más conveniente para el país construir cobre lo construido que aplicar una política de tierra arrasada, para después erigirse como los salvadores de la patria.

El presidente Petro debe convocar a su equipo de colaboradores a una reflexión profunda, y a un análisis severo sobre el rumbo que lleva el país, y si es bueno que los colombianos vivamos en estos niveles de pesimismo y de incertidumbre. Es muy poco tiempo en el poder para que estemos viviendo en esta percepción de que vamos rumbo al abismo, y sobre la realidad de que ningún ministerio, sin excepción, puede mostrar realización alguna, y que el mandatario anda casando peleas a granel para distraer la atención sobre la absoluta ineficacia de su gestión.

El país necesita menos palabras, menos peleas, menos escándalos, más apertura a otras opiniones ajenas a la izquierda y a los mamertos, y obviamente más ejecuciones. O sea, le pedimos, con la realidad que estamos viviendo en la mano, que el presidente Petro tome decisiones más democráticas, que acerquen a aquellos sectores de la comunidad que no votamos por él. Porque él no puede gobernar y decidir tan solo para los más de los 11 millones de colombianos que expresaron su voto en las urnas por él, muchos de los cuales están ya arrepentidos.

No es desestimable el porcentaje de los colombianos que piensan que el presidente Petro no debe seguir gobernando el país desde su cuenta de Twitter, y que sea más coherente con las promesas en campaña, por ejemplo, de luchar contra la corrupción.

Miren como le salió de mal el episodio de haber vinculado a su Gobierno a un político tan cuestionado como el excongresista Armando Benedetti. Lo nombró embajador en Venezuela, pese a tener una investigación en la Corte Suprema de Justicia por tráfico de influencias y oros malos olores, y ahora debe sacarlo de su administración por el escándalo, aún sin aclarar, con su jefe de gabinete Laura Sarabia.

Este nefasto capítulo de Benedetti va a afectar mucho más la favorabilidad del gobierno del presidente Petro. La embajada de Estados Unidos le notificó a Colombia, pocas horas después de salir expulsado Benedetti del gobierno, que le retira la visa al ahora exembajador en Venezuela. Todo parece indicar que este escándalo se va a crecer mucho más.

Eso le pasa al presidente Petro por cogobernar con personajes acusados de corrupción, con muchos problemas pendientes en los organismos de control, en contravía de lo que pregonó en su campaña.

Ahora, aunque el presidente Petro se anticipó a darle la absolución de todo pecado a su exjefe de gabinete Laura Sarabia, en su discurso de ayer, tal vez como una indebida presión a la Fiscalía, hay muchos cabos por atar, como por ejemplo la millonaria suma de dinero que se perdió y su procedencia, y el espinoso asunto de las chuzadas, porque esto apenas comienza. Esto no se resuelve ni se aclara con retórica ni subiendo el tono de la voz en los discursos, señor presidente Petro.

El mandatario debe hacer un corte de cuentas, aceptar los resultados de esta encuesta, la peor que puede haber recibido gobierno alguno, y repensar su narrativa para que nos reoriente a los colombianos que no nos lleva hacia el abismo. Que piense en su bajo nivel de gobernabilidad que lo pone en serias dificultades frente al Congreso. Y que no se engañe ni nos quiera hacer creer que todo es cuento de la prensa y de la oposición.