25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El chantaje venezolano

Gabriel zapata

@IvanDuque

Por Gabriel Zapata Correa

Tal como se presumía desde que se anunció la captura de la exsenadora Aida Merlano, el dictador Nicolás Maduro la ha aprovechado como un trofeo de guerra, para presionar al gobierno del presidente Iván Duque a establecer relaciones consulares, lo que los diplomáticos llaman “un puente de oro” para legitimar su mandato que es desconocido por más de 50 países en el mundo.

El desespero natural de Maduro surgió a flote desde pocas horas después de la detención de Aida Merlano, cuya tragedia humana no parece tener capítulo de cierre…

La primera reacción de Maduro fue de burla. “El gobierno de Iván Duque dijo que iba a pedir en extradición a esta persona que ha sido capturada por las autoridades legítimas de Venezuela, que se la iba a pedir a Juan Guaidó. Pido permiso para no reírme. Es una verdadera ridiculez porque, compatriotas de Colombia, aquí hay autoridades legítimas”, gritó Maduro.

“Aquí hay autoridades legítimas”, añadió… “Funcionan: Venezuela funciona mucho mejor que Colombia”, prosiguió.

Esta afirmación fue la respuesta al anuncio de Iván Duque, de solicitarle al presidente Interino Juan Guaidó, y no a Maduro, la extradición de Merlano, capturada en la ciudad venezolana de Maracaibo y quien se encontraba prófuga desde el mes de octubre del año pasado.

“Como es de todos conocido, Colombia, junto con varios países de América Latina y el resto del mundo, no reconoce y, por ende, no tiene relaciones diplomáticas con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro”, indicó en un comunicado el Ministerio de Justicia de Colombia.

Y luego soltó esta otra vaciada: “Manda tu carta, Duque, a Guaidó, comete otra imbecilidad, a ver a quién te manda Guaidó”, dijo.

El dictador Maduro señaló que “las fuerzas policiales venezolanas han detenido a más de 30 personas solicitadas por la Justicia colombiana, y que no han sido extraditadas porque no hay a quien entregárselos en Colombia en vista de la “tozudez” con que actúa Duque”.

Pero 24 horas después, el miércoles, el dictador cambió su discurso en un tono más conciliador, y le propuso a Colombia restablecer relaciones consulares, mientras que Duque insiste en la excongresista capturada sea deportada a través de la Interpol.

Como se recuerda, Nicolás Maduro suspendió las relaciones diplomáticas con Colombia en febrero de 2019 y dio 24 horas de plazo a sus funcionarios para salir del país, en respuesta al apoyo del gobierno del presidente Iván Duque, a los esfuerzos de la oposición venezolana para llevar ayuda humanitaria a centenares de miles de personas afectadas por la dictadura.

Colombia, como la mayoría de las democracias occidentales, reconoce a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, como líder legítimo del país petrolero.

“Es un chiste malo. ¿Ustedes creen que Juan Guaidó dirige la policía en Venezuela?, dijo Maduro a través de una cadena estatal, refiriéndose a la solicitud de extradición de la excongresista Aída Merlano que hizo Colombia a Guaidó esta semana.

“Yo estoy dispuesto a restablecer las relaciones a nivel consular con el Gobierno de Colombia para que tengamos relaciones consulares fluidas y todos estos temas se puedan llevar a través de los cónsules. Iván Duque, escúchame”, afirmó el mandatario.

«Estoy listo para abrir los consulados de Venezuela y Colombia ya, las relaciones internacionales, las relaciones entre países vecinos no pueden regirse por ideologías, por extremismos ideológicos, tienen que regirse por intereses de Estado, tenemos que ser estadistas, añadió.

Pero el presidente Duque se reafirmó en que la deportación de la excongresista se debe hacer a través de la Interpol. Pero no corto con las presiones,  Maduro amenazó con revelar secretos de corrupción de la clase política colombiana que conoce Merlano. ¿Y cuáles son los secretos de corrupción política que conoce Merlano? Nada distintos a la compra de votos y de conciencias que ha hecho la misma dictadura para fracturar la oposición en su país…

De ahí hasta hoy, Maduro ha caído en otras delirantes conclusiones, como por ejemplo que la fuga de Merlano fue “patrocinada” por el Gobierno para que no revelara sus secretos contra los corruptos y que el presidente Duque no acepta un camino consular por el temor a las revelaciones de la excongresista.

Es evidente que estamos frente a un chantaje de un gobierno ilegítimo, que quiere presionar un canje: Entregar a una delincuente, a cambio de la legitimidad que significaría aceptar la propuesta del dictador. Pero Duque ya fijó su posición.